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Todo indica  ausencia de dominicanos en masacre Puerto Rico

Todo indica  ausencia de dominicanos en masacre Puerto Rico

A pesar de que ha sido imposible comunicarse con el Consulado dominicano en San Juan, Puerto Rico, con el paso de las horas se disipan los temores de que haya dominicanos entre las víctimas de la balacera del sábado en la anoche en un centro de diversión de Toa Baja, que dejó saldo de siete muertos y 21 heridos.

Ayer existía el temor de que hubiera algún dominicano entre las víctimas, debido a la gran presencia de criollos en la zona, y por los apellidos que se publicaron de los afectados, pero hasta esta mañana no se había recibido noticia de ningún dominicano muerto o herido.

A pesar de los esfuerzos, no se pudo obtener información en el Consulado dominicano en San Juan, que dirige el señor Máximo Taveras.

Los muertos son Samuel Ruiz Martínez, José A. Hernández Martínez, John Henry García Martínez, Joan Manuel Class, Rafael Ramos Rivera, Elizabeth del Carmen Ocasio y Pedro Semprit Santana, reportó el periódico “El Vocero”, de Puerto Rico.

Muchos de los apellidos de las víctimas son  comunes en República Dominicana.

El Vocero afirmó que algunos de los heridos fueron dados de alta.

Según las investigaciones preliminares, las autoridades puertorriqueñas sospechan que el autor de la masacre es un hombre identificado sólo por el nombre de Alexis, un ex convicto primo de Wilfredo Semprit (Rufo), dueño del negocio denominado La Tómbola, y quienes alegadamente se disputaban un punto de drogas que opera próximo al negocio.

De acuerdo a El Nuevo Día, el punto de drogas estaría ubicado en la calle Progreso, de Sabana Seca. “Así lo entienden los agentes investigadores de la Policía, que incluso ya tiene identificado al presunto autor intelectual”, dice El Nuevo Día.

Destaca que Alexis cumplió condena por tráfico de drogas y hace sólo cuatro meses recobró su libertad.

Sostiene que antes de caer preso, Alexis y Semprit habían llegado a un acuerdo mediante el cual Rufo operaría el punto de drogas en la calle Progreso y se repartirían la ganancia, en lo que el primero salía de prisión.

Pero surgieron diferencias y rompieron el compromiso, por lo que tenían una lucha por el control del puesto de venta de estupefacientes, que concluyó con la tragedia del sábado.

Las primeras informaciones daban cuenta de que Alexis se oponía a que Rufo reabriera La Tómbola, que tenía en reconstrucción desde hacía meses.

Incluso, se dice que había advertido que “rociaría de balas” el negocio si lo reabrían.

De acuerdo a El Nuevo Día, Alexis esperó cuatro meses para vengarse de Rufo, por una reunión familiar que habían sostenido.

El Nacional

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