¡Atropello a libertad de prensa!
“La palabra Libertad está definida como la capacidad que tiene el ser humano para obrar según su propia voluntad”.
La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Las constituciones de los sistemas democráticos también lo señalan. De la libertad de expresión deriva la libertad de prensa.
El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para exponer las ideas, y así fue concebido durante la Ilustración.

Esto debía saberlo el doctor Isócrates Peña, presidente de la Comisión Disciplinaria de la Liga de Béisbol Profesional de la República

Dominicana, (LIDOM), quien se metió en una camisa de once varas, cuando resolutó que el periodista Luichy Sánchez Peralta, comentarista de la transmisión de béisbol de las Águilas Cibaeñas, pidiera disculpa por escrito, y que leyera la disculpa por ese mismo medio, porque había hecho una calificación de “Payaso” a un árbitro por lo que estaba haciendo en el terreno de juego.
No hay peor torpeza que la cometida por la Comisión Disciplinaria de la Liga de Béisbol, que encabeza Ysócrates Peña.

El bueno de Luichy Sánchez se dejó embaucar sin antes apelar a los medios defensores de la libertad de expresión y difusión del pensamiento que hay en el país, además del Tribunal Constitucional.
Y da pena que sea precisamente un abogado, Ysócrates Peña, quien haya tomado una decisión de esa índole en pleno siglo 21.

¡Qué vergüenza!

La Fundación RC22

La Fundación RC22 es una institución creada por el pelotero dominicano Robinson Canó, nativo de San Pedro de Macorís y la misma construyó una primer escuela para niños pobres y los éxitos han sido tan grande que se piensa seguir este radio de acción.

Dicha institución -la RC22 Dream School- brinda instrucción para 102 niños entre tres y seis años de edad, al igual que cursos de inglés para estudiantes más mayor edad y para sus padres.

El joven profesional, refiriéndose esta semana a la labor que viene realizando, dijo: “Cada día crece más. Vengo de un pueblo pobre y sé lo que es crecer sin tener nada ni a nadie. Para mí, ha sido una bendición venir de la República Dominicana, llegar a Grandes Ligas y jugar a un alto nivel. Es importante ayudar
a tu comunidad”.
Además de ofrecer educación a cerca de ocho mil niños, la Fundación se encarga de celebrar distintas fechas entre ellas, Reyes Magos, las Madres, los Padres y días festivos que tienen que ver con la provincia San Pedro de Macorís.

El gesto de Robinson Canó trasciende fronteras y es digno de darlo a conocer, de celebrarlo y desearle los mayores éxitos.