Israel reitera estado exclusión
El gobierno de Israel reitera su vocación de Estado de exclusión cuando el premier Benjamín Netanyahu propicia, con neurasténica insistencia y el clásico chantaje sionista, que el flamante presidente estadounidense Donald Joseph Trump traslade de Tel Aviv a Jerusalén la misión diplomática de su país.
Ninguno de los países que sostienen relaciones diplomáticas con el Estado de Israel tiene su embajada en Jerusalén, sino en Tel Aviv, en respeto a las normas internacionales que establecen a Jerusalén como una ciudad internacional, conforme a la resolución 194 del 9 de diciembre de 1949 de las Naciones Unidas, usurpada por el Estado hebreo tras la Guerra de los Seis Días de 1967, en que también se apoderó de los Altos de Golán, territorio de Siria, y de la Península del Sinaí, que posterior entregó a Egipto, su histórico dueño.
Con los consabidos pujos de prepotencia que los gobernantes israelíes marcan sus instancias, apañados por el imperio y los banqueros villanos judíos de Wall Street que desataron el crack de 2008, el Estado de Israel se anexionó a Jerusalén en 1980 y paulatinamente a Cisjordania, cedida a los palestinos el 31 de julio de 1988 por el rey Hussein de Jordania para que junto con la Franja de Gaza, fundaran el inexorable Estado Palestino, y fundar definitivamente la paz en el Oriente Próximo.
Anexionar Cisjordania y Jerusalén son actos de soberbia sionista que delatan las intenciones del Estado de Israel de eliminar las aspiraciones palestinas de formalizar su Estado, por uno solo sionista, una condenable actitud que riñe con todos los acuerdos desacordados por los israelíes y con las reiteradas votaciones en las Naciones Unidas por los 193 Estados miembros, con las excepciones del Estado de Israel y Estados Unidos, que siempre ha apañado esas iniquidades y vagabunderías, y que reiteradamente se decantan por la fundación del Estado Palestino y la solución de dos Estados en Oriente Próximo.
El 17 de septiembre de 1948, terroristas del Stern, liderados por Yitzhak Samir, asesinaron al enviado de la ONU, el conde sueco Folke Bernadotte por su ponencia de dividir Palestina en dos Estados, que contrarió a los israelíes.
El 22 de noviembre de 1967 la ONU votó la resolución 242 que exige a Israel la devolución de los territorios ocupados, y el 27 de marzo de 1979, con los auspicios del presidente Jimmy Carter se verificó el acuerdo de Camp David 1, firmado por el rais egipcio Anwar El Sadat y el premier Menachen Begin, otrora líder del grupo terrorista Irgún que dinamitó con C4 el hotel rey David de Jerusalén, que alojaba la oficialidad inglesa que finiquitó el Mandato Británico en 1947, y propició la fundación de dos Estados en Palestina.
El 17 septiembre de 1978, luego de doce días de tratativas en la Conferencia de Camp David I, entre el rais Anwar Sadat y el premier Menachen Begin, con el presidente Jimmy Carter de intermediario, se produjo un acuerdo en que Israel devolvió a Egipto la península del Sinaí que anexó luego de la Guerra de los Seis Días de 1967, recibiendo a cambio una suma colosal de dinero por Wahington.
El férreo control de Israel en la Franja de Gaza y Cisjordania produjo el 10 de noviembre de 1987 la primera Intifada (rebelión), que creó la Conferencia de Oslo, para establecer un Estado Palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania, ratificada en la Conferencia de Madrid de 1991 y luego por Camp David II, auspiciada por el presidente Bill Clinton entre el premier Yitzhak Rabin y el rais Yasser Arafat, que otorgó la autonomía a la Franja de Gaza y Jericó, la ciudad más vieja del mundo, y el 10 de julio de 1994, el rais Arafat ingresó a Gaza luego de 27 años de exilio.
Del 15 al 23 de octubre 1998 surgió el Acuerdo de Wye River, firmado por el presidente Clinton el premier israelí Benjamín Netanyahu y el rais Arafat, que precisó una nueva retirada israelí de Cisjordania y delineó los territorios de Judea, Samaria de la zona C a la zona A, en procura de una solución definitiva para soldar la paz.
En Sharm el-Sheik se verificaron las conferencias del 4 de septiembre de 1999 que fue un compromiso a honrar la de Oslo; el 17 de octubre de 2000 para detener la Intifada, entre Ariel Sharón y Mahmud Abbas, el 8 de febrero de 2005 entre Abbas y Sharón y el rey Abdullah II de Jordania, que logró alto al fuego, y final enero 2009 detener barbarie de Plomo Fundido.
El 24 de mayo de 2000 fracasan las conversaciones en torno a Camp David II entre el rais Arafat y el premier Ehud Barak con la intermediación del presidente Clinton por no acordarse las bases para la fundación del Estado Palestino, y el 28 de septiembre de ese año el premier Sharón, en un flagrante acto de provocación, visita la Explanada de las Mezquitas, que provoca el estallido de la segunda Intifada.
El 17 de mayo de 2003 es publicada la Hoja de Ruta, cosecha del presidente George Bush jr., el documento más completo para sellar la paz en Palestina, saboteada por el propio presidente.
El 22 de noviembre de 2007 se realizó la Conferencia de Annápolis, que planteó retorno refugiados palestinos, internacionalización de Jerusalén y descontinuar asentamientos hebreos en Cisjordania, desacatados, como todos los anteriores, por Israel.
Todo ese historial de intentos de formalizar la paz en Palestina, conforme reseño, ha resultado una inequívoca demostración del Estado de Israel negar la fundación del Estado Palestino, con el demostrativo propósito de un solo Estado, y decantándose así, en un Estado de exclusión.
