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Trump y su posible impeachment

Trump y su posible impeachment

Por las reiteradas cadencias uniformes en el comportamiento psicológico del presidente Donald Trump, es posible que el Congreso disponga que un equipo de psiquiatras examine detenida y profundamente al gobernante para determinar si su salud mental es normal, y en esa perspectiva, si es apto para conducir el destino de la primera potencia planetaria, y contrario, proceder a incorporar la figura jurídica del impeachment que culminó en 1972 con la presidencia de Richard Nixon por perjuro.

El pasado 12 de este mes, el presidente Trump se sometió a un chequeo médico en el hospital militar Walter Reed de Bethesda, Maryland, en pruebas de colesterol, PSA ycacanicolau, presión sanguínea, glicemia y peso corporal, aprobando todas las disciplinas de salud, conforme al médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, omitiendo el aspecto psiquiátrico.

La más reciente demostración palpable del extravío psicológico del presidente Trump lo produjo el día once del presente mes cuando en una reunión en la Casa Blanca para tratar el tema de los indocumentados, denostó a Haití, El Salvador y a 55 países africanos calificándolos de “Hoyos de mierda”, exabrupto racista que negó pronunciar doce horas después.

Empero, el senador demócrata Dick Durbin, presente en la reunión, confirmó las expresiones originales ofensivas del gobernante para esos países, sin litigios con Estados Unidos que no exceden a los indocumentados, igual que decenas de nacionalidades con el mismo problema migratorio.

“El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue duro, pero éste no es el lenguaje que usé”, expresó el mandatario en su frecuencia de Twitter, que el senador Durbin ripostó, reiterando:
“El presidente no sólo llamó a esos países agujeros de mierda, sino que también hizo otros comentarios ofensivos en el mismo sentido”.

La versión original de las expresiones soeces y desconsideradas contra nacionales de países que no presentan confrontaciones mayores con Estados Unidos, fue divulgada por los diarios The Washington Post y Los Angeles Times, el pasado día 11, dos influyentes periódicos que junto al The New York Times y The Wall Street Journal, no las tienen todas consigo para con el atrabiliario gobernante, de quien tienen reparos por la forma cuestionable de llegar al poder, cuando todos los sondeos favorecían a Hilary Rodhan Clinton y los Colegios Electorales variaron los resultados de todas las encuestas.

Con el argumento de que por la frontera con México se trasiega, además de indocumentados, criminales y sobre todo drogas en proporciones descomunales, el presidente Trump, como uno de los temas recurrentes de su campaña electoral, postuló por construir un muro entre los dos países a un costo de US$18 mil millones, insistiendo que México tiene que costear su construcción, erosionando como nunca antes la convulsa historia encrespadas de relaciones entre ambos países limítrofes, postulando, además, anular el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), con México y Canadá.

El 13 de diciembre de 2017, un grupo de 59 congresistas demócratas solicitó la apertura de una investigación en la Cámara Baja (Diputados), para analizar la veracidad de las acusaciones de varias damas al presidente Trump de acoso sexual, antes de llegar al poder, en todos los órdenes, inclusive el republicano Trey Gowdy y el demócrata Alihjah Cummings, pendiente de ventilarse.

A ratos reflota el controvertido tema de si con la aquiescencia del presidente Trump durante su campaña electoral, la Rusia del dictador Vladimir Putin jaqueó correos electrónicos para favorecerlo y perjudicar a Hillary Clinton, mientras el actual director de la CIA, Mike Pompeo, insiste en la intromisión de Rusia en la campaña presidencial, que valida el exdirector de la agencia de inteligencia, John Brennan.

Es conocida la disputa entre el presidente Trump con el exdirector del FBI, James Comey, despedido por el mandatario, que acusa al gobernante de conocer la trama rusa en las elecciones.

El 22 septiembre de 2017, el presidente Trump calificó al dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un de “Loco que no le importa matar a su pueblo”, para luego expresar: “Es un gran tipo con quien me gustaría conversar”, y de las Naciones Unidas expresó el 18 septiembre de 2017: “Es un club de gente que se reúne para pasárselo bien”.

El pasado 21 de diciembre, las Naciones Unidas anularon con 128 votos a favor, nueve en contra y 35 abstenciones, la decisión del presidente Trump declarar a Jerusalén capital del Estado de Israel, con la amenaza de Trump tener muy en cuenta para futuras sanciones a los países que rechazaran su incompleta decisión.

El día cinco de este mes, el periodista Michael Wolff puso a circular su libro Fire and Fury (Fuego y Furia), donde reseña las diferencias del presidente Trump con su exasesor Steve Bannon, que acusa de traición la reunión con diplomáticos rusos con el hijo de Trump, Donald junior.

A un año de ser electo, el presidente Trump confronta la menor aceptación de sus paisanos con un 37%, no obstante la economía reflejar un 3.2% del PIB; la menor tasa de desempleo en 17 años; creación de 2.1 millones de empleos; los salarios subieron 2.5%; el paro laboral se redujo al 4.1%, menos de lo previsto, y el Dow Jones repuntó como nunca en 25,000, repuntando un 36% desde que Trump es presidente.

Esos son los indicadores que podrían salvar al presidente Trump de un impeachment, idéntico a Bill Clinton con el affaire de la becaria Mónica Lewinsky, cuando la economía estaba boyante, como ahora.

El Nacional

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