ST. PETERSBURGO. En las Grandes Ligas, el progreso puede perderse en la mezcla de un deporte orientado hacia los resultados. Ubaldo Jiménez mostró progreso el miércoles por la tarde, pero estaba en un esfuerzo perdedor. Él ponchó a nueve bateadores para su cifra mayor de la temporada, incluyendo cinco mirando el tercer strike, permitiendo solamente tres hits y dos caminatas en seis entradas en una derrota 5-1 ante los Rayos.

Compare eso con el 21 de julio, cuando los Astros le anotaron seis carreras y 10 hits contra Jiménez en 5.1 entradas. Esa era su segunda salida consecutiva de seis carreras y 10 o más hits, la primera vez que se hundía tan bajo en su carrera.

Pero Jiménez fue capaz de sacar lo positivo de esa victoria de los Astros, a pesar de sus estadísticas infladas.
“Después de mi último partido, sabía que el resultado no estaba ahí, pero me sentí bien físicamente”, dijo Jiménez. “Mi bola rápida estaba ahí, estuve lanzando strikes. Era sólo cuestión de conseguir que los lanzamientos bajaran en la zona y tener un mejor resultado como hoy”.

Los nueve ponches de Jiménez fueron su mayor número en un juego desde abril pasado y su mayor cantidad en el camino desde mayo de 2014.

“Ubaldo hizo su parte… Eso fue impresionante”, dijo el dirigente de los Orioles, Buck Showalter. “Tuvo un comienzo un poco rocoso. Estuvo en cuenta de 3-2 contra los primeros… cuatro o cinco bateadores, pero entonces de repente, realmente fue capaz de usar sus lanzamientos. Jugamos buena defensa detrás de él”.

El derecho retiró 12 en fila en un punto. Sin embargo, Evan Longoria consiguió manejar un lanzamiento en la esquina de adentro, pegando un jonrón de dos carreras para irse arriba que fue suficiente para propinar a Jiménez la derrota.