No hay dudas que las alegres denuncias de corrupción contra una parte de la dirigencia del PLD que ocupó cargos públicos obedecen a un plan que procurar desmeritarlos, con el objetivo de inhabilitarlos políticamente para el futuro inmediato.
El plan orquestado, desde fuera o dentro, busca lesionar el liderazgo que poseen esos dirigentes en sus respectivas comunidades, pero con ellos arrastran la credibilidad de la organización hacía los certámenes futuros.
Bastaría recordar que en los últimos meses contra el expresidente Leonel Fernández han sido presentadas más de una denuncia, al igual que contra Elías Wessin Chávez, y ahora más reciente contra el ex alcalde de Santo Domingo Norte, Jesús Féliz.
En todos estos casos hay envueltas auditorías de las Cámaras de Cuentas que parecen traídas por los moños, dado que en cada caso han sido desestimadas por la justicia.
En el caso de Féliz, éste ha reiterado que durante su gestión solicitó a la Cámara de Cuentas y a la Contraloría General de la República auditar el cabildo de Santo Domingo Norte, pero que esto no ocurrió.
Aunque crea suspicacia que la petición se haya convertido en realidad algunos meses después de terminada su gestión como alcalde, y que incluso técnicos de la Cámara de Cuentas hayan reconocidos que hubo debilidades en el proceso de auditoría.
Sin embargo, la Cámara de Cuentas le brinda una oportunidad de oro al ex alcalde Féliz, ya que le ofrece la oportunidad de demostrar al país la honestidad con la que manejó su gestión municipal.
Hay que recordar que en muchos barrios pobres del municipio fueron sustituidos los pisos de tierra por cemento, así como el capítulo de ayuda a envejecientes enfermos.
En la auditoría per se no concluye en que hubo desfalco en la alcaldía de Santo Domingo Norte sino cuestionamientos menores relacionadas con las ayudas a personas necesitadas que se hacía a través de regidores de todos los partidos.
