Durante la reciente visita del presidente Danilo Medina a Guatemala, para intervenir ante la XLV Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el mandatario dominicano aprovechó la ocasión para salir al paso a las campañas malintencionadas que pretenden satanizar a nuestro país, alrededor del tema migratorio, y muy especialmente, en lo tocante a los emigrantes ilegales haitianos. Tras refutar los intentos de manipulación y desinformación de ciertas fuerzas interesadas en dañar la reputación internacional de la nación, basados en sus propios intereses egoístas, el Presidente fue enfático en señalar que “…no aceptaremos chantajes que nos amenacen con sanciones”.
Como era de esperar, el tema acaparó las principales reseñas de su intervención, y las de la propia agenda de la reunión, dejando en un plano secundario un pronunciamiento suyo que, por su alcance y significado, tiene carácter histórico. Se trata de su propuesta, anunciada por Rafael Espada, vicepresidente del Parlamento Centroamericano, de crear en cada uno de los países centroamericanos, miembros del SICA, de un Ministerio para la Integración Regional, como ya ha hecho la propia República Dominicana, pionera en la iniciativa.
Semejante posibilidad había sido antes tratada con 40 diputados al PARLACEN quienes, en el mes de mayo, asistieron en nuestro país a un curso titulado “Raíces históricas y procesos actuales de integración en América Latina y el Caribe”. En esa ocasión, la experiencia dominicana recibió amplio reconocimiento y hubo consenso en lo beneficioso que sería su extensión al resto de los países de la región.
La iniciativa del presidente Medina otorga un liderazgo al país en esta materia, en momentos en que el atizamiento de la crisis de nuestras relaciones con la vecina Haití, y la actitud de algunos estados insulares del Caribe, apunta contra los procesos de integración regional en marcha, y obstaculizan la plena incorporación de la nación a algunos de sus mecanismos, como el CARICOM. Precisamente, ese es uno de los objetivos a lograr por las fuerzas oscuras que están detrás de la campaña contra República Dominicana, y en defensa de sus intereses geopolíticos y estratégicos en la zona.
Sin dudas, la realidad ha demostrado la importancia de contar con instancias centralizadoras y promotoras de los esfuerzos integracionistas. La experiencia mundial, y de nuestro propio continente, muestra a las claras que donde tales instancias se han creado, expresando de esta manera una inequívoca voluntad política hacia la integración, los resultados han sido mucho más rápidos y fructíferos. Es a lo que apunta la propuesta del mandatario dominicano.
La integración entre naciones hermanas es la mejor respuesta a quienes intentan mantenernos divididos, alejados y enfrentados. La histórica propuesta del presidente Danilo Medina ante la Cumbre del SICA así lo demuestra, por lo que debe concitar el orgullo y reconocimiento de todos.
Como decía José Martí, uno de los más profundos conocedores del alma de América, “los hombres van en dos bandos: los que crean y construyen; los que destruyen y odian.”
Con su oportuna propuesta el presidente Medina se ubica, y con él todo el pueblo dominicano, en el primero de los bandos. Lo felicitamos.
