El ingeniero Miguel Vargas Maldonado ha evidenciado por estos días que, a diferencia de la mayoría de los máximos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, tiene los pies sobre la tierra.
Y como todo tiene su recompensa, eso le valió quedar bien parado ante la sociedad dominicana en lo que concierne a su posición tendente a la participación del PRD en la cumbre convocada por el presidente Leonel Fernández para consensuar medidas para enfrentar la actual situación de crisis.
Por el contrario, el resto de los dirigentes perredeístas quedó muy mal parado, porque ni siquiera fueron capaces de ponerse de acuerdo para decidir si su partido asistía o no a la cumbre.
Fueron incapaces de entender que esa convocatoria les daba la oportunidad de airear posiciones y propuestas que podían ser debatidas y aprobadas, con el consiguiente beneficio político para ellos.
Sin embargo, en el ajetreo interno del PRD relacionado con la decisión no alcanzada, al igual que con la validación de la membresía de la Comisión Política y la escogencia de la comisión organizadora de su próxima convención, ocurrió algo que llamó particularmente mi atención.
Me refiero a la decisión del ex diputado Alfredo Pacheco de abandonar las filas de los adeptos de Vargas Maldonado, y su anuncio de que aspirará otra vez a la candidatura a la Sindicatura del Distrito Nacional.
Parece que el ingeniero Vargas Maldonado ha centrado su interés en promover al arquitecto Khalill Michel como candidato a síndico del Distrito Nacional y eso al parecer disgustó mucho al amigo Pacheco.
Y a decir verdad la cuestión no sería descabellada si tomamos en consideración el interés del ingeniero Vargas Maldonado en auspiciar una renovación auténtica de su partido, que implique la selección de candidaturas capaces de generar empatía entre el PRD y el electorado.
El ex candidato presidencial está convencido de que la presentación de caras nuevas o figuras frescas como aspirantes a las distintas posiciones electivas podría conducir a su partido a un posicionamiento electoral muy por encima del 42 por ciento que obtuvo en la pasada contienda.
Vargas Maldonado exhibe un liderazgo sosegado y maduro que con frecuencia se contrapone a la inmadura y veleidosa conducta que impide a los perredeístas ponerse de acuerdo entre ellos mismos.
De manera que no me extrañaría que esté aupando al arquitecto Michel para presentarlo al electorado de la capital como candidato a síndico de su partido, porque sería sabio presentar un aspirante más joven y con mayor preparación que Roberto Salcedo.
De otro modo sería extremadamente difícil derrotar en las urnas al actual titular de esa posición, cosa que no creo ignore ningún dirigente político de la capital.
Pacheco no sería mal candidato, pero ya tiene en su haber una derrota frente al actual síndico.
Además, para el ingeniero Vargas Maldonado es determinante evitar la repetición de la historia de Nazir Atalah, un hombre al que los habitantes de Santo Domingo querían como senador del Distrito Nacional pero no fue candidato.
Atalah no pudo ser presentado porque intereses ajenos a los de su partido impusieron a otro aspirante que fue convincentemente derrotado en las urnas el día de la consulta cívica.
Y desde entonces el PRD no ha podido ganar unas elecciones en el Distrito Nacional, un maleficio que provocará revertir el ingeniero Vargas Maldonado.
De manera que no puedo afirmar que en realidad sea Khalill Michel el candidato de Vargas Maldonado a síndico del Distrito Nacional, porque aunque mis datos van en esa dirección, la política es muy cambiante.
Pero no creo que el PRD pueda presentar una mejor opción.
victormendez23@hotmail.com
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