Opinión

Veda confusa

Veda confusa

El ministro de Agricultura, Ángel Estévez, ha restado importancia a la veda haitiana a productos dominicanos que se denunció estos días. La definió de momentánea y dijo que solo afectó unas cuantas mercancías.

Sin embargo, el propio funcionario insertó una nota inquietante al señalar que la prohibición es una práctica que se repite cada año por falta de un protocolo que regule el intercambio comercial.
Al no ser lo suficientemente explícito, el funcionario ha dado lugar a conjeturas.

En su interés de despejar la atmósfera, ponderó sus buenas relaciones con su homólogo haitiano, con quien dijo estudia crear un sistema de sanidad (que por demás sería muy conveniente) para que los productos de los países circulen en la isla sin inconveniente.

O Estévez no se expresó bien o no lo interpretaron bien, porque de sus declaraciones se desprende la existencia del obstáculo que afecta las exportaciones dominicanas a Haití.

Y por la reacción de varias entidades la veda no parece tan rutinaria. La Cámara de Comercio y Producción, la Asociación de Comerciantes e Industriales y la Asociación de Empresas del Centro de Santiago calificaron de preocupante y desalentadora la decisión de las autoridades haitianas.

Si bien el ministro de Agricultura ha negado que la veda sea coyuntural, sino más bien una práctica recurrente, factores como la presión que plantea la creciente inmigración ilegal haitiana deben tomarse en cuenta para acelerar las negociaciones en aras de una solución al impasse.

Con lo solidario y receptivo que se ha sido frente al drama haitiano hay quienes no dejan de ver en la veda una expresión de ingratitud de la vecina República.

Pero hay otros detalles que incluso cuestionan la versión del titular de Agricultura. Según el ministro haitiano de Finanzas la prohibición no solo no es nueva, sino que la justificó con el señalamiento de que la medida se adoptó con el propósito de garantizar más control de calidad y seguridad a la población, así como para reducir el contrabando con la entrada por la frontera de productos dominicanos.

A diferencia de lo cacareado la vecina nación no ha levantado oficialmente la veda terrestre contra 23 artículos dominicanos.

No es ningún secreto el impacto negativo que tienen en la economía inconvenientes como los que se han denunciado en el intercambio comercial con Haití, que dicho sea de paso es uno de los principales destinos para las exportaciones nacionales. Antes que matizar o minimizar los conflictos los funcionarios, para evitar confusiones como la de estos días, deben hablar con la mayor claridad, que es también una manera de restaurar la escasa credibilidad que afecta a muchos.

La veda fronteriza a los productos haitianos que se denunció va mucho más allá de las explicaciones ofrecidas por el ministro de Agricultura.

El Nacional

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