La informalidad laboral, mala distribución de la riqueza, obstáculos para formar sindicatos en las empresas y el Gobierno, poca protección del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) son factores negativos que arroparon a los trabajadores en el año 2017, consideraron las centrales sindicales las cuales esperan sean superados en 2018.

Afirman que dos millones 568 mil 932 personas (58.6%) conforman la población de trabajadores informales dominicanos, que están protegidos por la SS, lo que impide que el Estado deje de percibir miles de millones de pesos en tributos fiscales.

Jacobo Ramos, Gabriel del Río y Rafael (Pepe) Abreu, de la la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), y Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), señalan que el Banco Mundial plantea que el crecimiento de informalidad laboral es debido a las trabas burocráticas y al costo oneroso de la formalidad.

“Las centrales sindicales vemos que ese factor incide en los cambios de las empresas, su estructura de producción y servicios, a través de la tercerización de sus actividades, que concentran pequeña cantidad de trabajadores, y el resto a través de pequeñas empresas satélites o de la subcontratación de personas físicas, como testaferros de la relación de trabajo, muchas de ellas no registradas formalmente”, enfatizan.

Aducen que una práctica negativa en el 2017 que grandes empresas, que eran grandes contribuyentes del Estado, dividieron sus procesos y crearon diversas empresas para caer en categorías de medianas y pequeñas para reducir sus aportes fiscales.

“La gravedad del paso de empresa que estaban en el régimen ordinario impositivo, se registraron como zonas francas, para perjudicar a los trabajadores imponiendo salarios más bajos y no pagar los beneficios de las empresas, reduciendo su contribución por las exenciones fiscales del régimen de zonas francas”, manifestaron.