El presidente Leonel Fernández volvió a desairar a los periodistas locales al valerse de intermediarios para anunciar este miércoles en el Palacio Nacional, durante la ceremonia con motivo del Día del Maestro, que no recortarán el presupuesto al Ministerio de Educación para subsidiar la electricidad.
Ni siquiera para guardar las apariencias tuvo el gobernante la gentileza de comunicar personalmente a los periodistas que el Gobierno había desistido de tocar los fondos de Educación. La decisión se supo a través del dirigente peledeísta y presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Radhamés Camacho. El mismo anuncio también lo hizo el ministro de Educación, licenciado Melanio Paredes. Lo que no se sabe es si fueron autorizados a dar la información o si se trató de una atribución propia.
Tan improcedente como la actitud de un mandatario que de cordial se ha convertido en huraño frente a los periodistas nacionales, ha sido el canal extraoficial que se ha utilizado para anunciar la decisión en torno a los polémicos subsidios al descalabrado sector energético.
Al Presidente Fernández se le ha criticado su desarraigo con los periodistas nacionales, lo que algunos han interpretado como seña de desprecio habida cuenta de la complacencia que muestra con reporteros y medios extranjeros. Sus últimos encuentros locales han sido con directores de periódicos, productores de programas y comentaristas seleccionados.
Choca que decisiones que se suponen oficiales sean comunicadas por terceros, pues como parte del desarraigo del Presidente con los periodistas hasta la Dirección de Información y Prensa de la Presidencia parece que ha quedado relegada a un segundo plano.
Con una prensa que hasta cierto punto ha sido tan solícita y complaciente con Fernández la pregunta que cunde en el ambiente es a qué se debe un desaire que ha alcanzado ribetes ofensivos. El caso no consiste en que el mandatario rehúye uno que otro tema molestosos, sino que no quiere roce profesional con los periodistas.
Lo que ocurrió con motivo de la celebración del Día del Maestro, cuando el Presidente prefirió de valerse de un intermediario que ni siquiera es el más indicado para comunicar que no sería recortado el presupuesto de Educación, es la evidencia más palpable de que el gobernante al menos rehúye contacto directo con los periodistas locales.
