La Universidad de la Tercera (UTE) cuenta dentro de su agenda programática con la aplicación de un amplio plan de extensión de estudios superiores para unos 500 internos de los diferentes centros penitenciarios de la República Dominicana.
Es un amplio proyecto de características especiales en beneficios de los presos del país, ya que la docencia se imparte de manera presencial en los recintos penitenciarios -los facilitadores (profesores) se trasladan a las cárceles-, semipresencial y virtual.
Y en casos especiales, los reclusos se trasladan a la sede principal de la UTE en Santo Domingo, o a su única extensión localizada en la provincia de Santiago.
Todas estas condiciones son coordinadas por la UTE con la Procuraduría General de la República (PGR), la Dirección General de Prisiones (DGP) y el Nuevo Modelo Penitenciario de la República Dominicana.
Las consideraciones fueron dadas por el doctor José Nicolás Almánzar, rector y fundador de la UTE, junto a la doctora Rhina de los Santos, vice-rectora académica de ese centro de estudios superiores especializados para personas adultas y cuenta en sus historia con más de 7,200 egresados de las diferentes carreras que allí se imparten entre los centro de la Capital y el de Santiago.
Entre las carreras más solicitadas por los estudiantes -que en su mayoría son poseedores de títulos universitarios en otras ramas del conocimiento- están la Psicología Clínica y Organizacional, Derecho y Ciencias Políticas, entre otras, para hombres y mujeres por encima de los 23 años de edad y hasta mucho más de los 70 años, aunque el promedio general está entre 25-45 años.
“A los internos se le dan todas las oportunidades que estudien una carrera universitaria avalada por la UTE y que la terminen”, precisó Almánzar.
En una declaración de Almánzar que él mismo calificó de primicia, en diciembre de este año de graduarán como profesionales de diferentes carreras los primeros 35 internos – privados de libertad (reclusos)- en psicología y derecho, tanto hombres como mujeres, siendo las féminas las más numerosas.
“Un aspecto importante que estos internos están totalmente becados por la UTE y no tienen que pagar un centavo para estudiar y graduarse. Lo único que se le exige es cumplir los requisitos establecidos y superar la prueba POMA de medición académica, para poder ingresar como estudiante”, señaló Almánzar.
Informó Almánzar que el Estado Dominicano le da una subvención anual de 300 mil pesos, cantidad que no alcanza para las labores altruistas que realiza la UTE.
“Para acceder a una beca de ésta índole lo primero es que tienen que ser interno, sin importante si la condición es inicial o de período largo, preventivo o condenado, y si sale en libertad, ya sea definitiva, condicional o bajo fianza, se le da la oportunidad de continuar los estudios”, argumentó el rector de la UTE.
Dijo que hubo un caso de un banquero, de hace poco tiempo y no precisó nombre, que estando recluido en un centro penitenciario concluyó estudios de derecho y se graduó como abogado.
Valoró Almánzar que la UTE sólo tiene dos centros o sedes, en la Capital y Santiago, y que no cree en la masificación porque bajaría la calidad académica de la misma.
