Autoridades y comunidades tienen el compromiso de desalentar frecuentes sucesos de violencia entre dominicanos y haitianos como el acaecido en Neyba donde al menos tres personas murieron y nueve sufrieron heridas al suscitarse un altercado por la muerte de un motoconchista local que resistió un asalto perpetrado por un haitiano.
Al conocerse la noticia de la muerte del motoconchista a manos de un supuesto atracador, una multitud persiguió y entabló pleito con otros residentes haitianos, lo que motivó la intervención de contingentes policiales que lograron controlar la situación, sin poder evitar el saldo trágico de esa mayúscula gresca.
Incidentes como al acaecido ayer en Neyba se han suscitado en otras zonas geográficas con resultados similares de muertos y heridos, por lo que es menester evitar que tales expresiones de irracionalidad se conviertan en hechos cotidianos.
No se hable de violencia étnica ni aun en casos como el que aquí se deplora en el que grupos de dominicanos se enfrentaron a pedradas, cuchilladas y machetazos con inmigrantes haitianos, porque ese pleito fue generado por la indignación que causó un homicidio y no por motivos racistas o xenófobas.
Los cada vez más frecuentes choques entre haitianos y dominicanos debe ser motivo de preocupación para autoridades y propias comunidades, obligadas a imponer el emperio de la ley y a estimular un tipo de convivencia pacífica y civilizada.
Tolete
El Gobierno intenta convencer a intermediarios, industriales y comerciantes a producir bajas en los precios de artículos y servicios básicos en la misma proporción en que se han reducido los precios internos de los combustibles y las materias primas, aunque esas gestiones que ha encabezado el presidente Leonel Fernández aun no rinden el fruto deseado.
La ofensiva oficial se aplica en por lo menos cuatro frentes, incluido el que integran el gran empresariado, representado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), cuya cúpula fue convocada por el mandatario al Palacio Nacional para abordar el tema de la reducción de precios.
La reunión del Presidente con los directivos del Conep se realizó de manera simultánea con otra que encabezó el secretario Administrativo de la Presidencia, licenciado Luis Manuel Bonetti, con representantes de los comercios mayorista y detallista, con los mismos propósitos, pero con resultados todavía inciertos.
El secretario de Industria, José Ramón Fadul, amenaza con someter a la justicia a comerciantes inescrupulosos y la directora del Instituto Nacional de Protección a los Derechos del Consumidor, Carmen Meléndez, promete que de aquí a diciembre habrá comida barata. Así marcha una sociedad donde al peso le llaman tolete.
