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Virgilio Rojo abrió  a Vladimir al mundo

Virgilio Rojo abrió  a Vladimir al mundo

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hace un año, Vladimir Guerrero se quedó corto por 15 votos de convertirse en el tercer pelotero nativo de República Dominicana que alcanza el Salón de la Fama de Cooperstown.

La combinación de varios factores, siendo el más importante una sobrepoblación de buenos candidatos con más tiempo en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de América, se confabularon contra Guerrero, uno de los jugadores más completos que ha pisado un campo del béisbol profesional en décadas recientes.

El inicialista Jeff Bagwell, el jardinero Tim Raines y el receptor puertorriqueño Iván Rodríguez fueron los únicos que consiquieron al menos el 75% obligatorio de los votos del jurado para entrar a Cooperstown, mientras que Guerrero, uno de los 19 candidatos que llegaban por primera vez a la papeleta, recibió un 71.7%.

Guerrero, un jardinero con nueve convocatorias al Juego de Estrellas, bateó .318 con 449 jonrones y 1,496 carreras impulsadas en 16 temporadas con los Expos de Montreal, Angelinos de Los Angeles, Rangers de Texas y Orioles de Baltimore. El toletero conquistó ocho veces el Bate de Plata y fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2004.

Por los números que puso durante su extraordinaria carrera de tres lustros y la alta votación que sacó en su primer año, la elección de Guerrero parecía un hecho incontrovertible en las próximas votaciones. Pero hubo alguien que prefirió no dejar cabos sueltos y decidió agarrar el toro por los cuernos, obligando al pelotero a trabajar en uno de sus puntos más vulnerables desde que firmó para el profesionalismo hace dos décadas.

A pesar de que fue uno de los bateadores más temibles del béisbol entre 1996 y 2011, Vladimir Guerrero también fue una de las estrellas menos visibles de los deportes profesionales. Tras su retiro, se esfumó casi por completo de la vida pública.

“A Vladimir nunca le ha gustado hablar delante de muchas personas y le tiene terror a dejar que los demás entren a su vida privada. Siempre ha sido una persona reservada y tímida. Es su naturaleza”, dijo Virgilio Rojo, un especialista en mercadeo deportivo que conoce a Guerrero desde que era un adolescente.

“Cuando se quedó tan cerca de entrar a Cooperstown, me dije que aunque no fuera lo principal, el hecho de ser invisible a los medios de comunicación debió jugar algún rol. Y de todos modos, en caso de que no tuviera nada que ver, aún no me sentiría bien si me quedaba sentado en casa a esperar que simplemente mejoraran los resultados”, agregó.

La primera batalla que Rojo tuvo que librar fue convencer a Guerrero de que abrirse al mundo no le haría daño. Una vez logrado ese objetivo, lo demás fue fácil.

Lo segundo fue crear una plataforma de comunicación en los medios digitales y un plan de relaciones públicas en los Estados Unidos, que incluyó una presencia activa de Guerrero en actividades públicas y encuentros con la prensa tradicional. En los últimos 10 meses del 2016 y el primero del 2017, Guerrero habló más a los medios que en toda su carrera en las ligas mayores.

El ex pelotero hasta permitió que un equipo de filmación lo acompañara durante todo ese tiempo y el material servirá de base para una película sobre su vida y el camino que tuvo que recorrer para cumplir sus metas.

UN APUNTE

Su elección

En enero pasado Guerrero fue electo al Salón de la Fama con un 92.9% de votos, el mayor total de la historia para un jugador latinoamericano. Es tercer dominicano y primer jugador ofensivo de su país que recibe el máximo honor del béisbol.

El Nacional

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