Si un extranjero llegara ahora mismo al país y se interesara por nuestras elecciones, probablemente quedaría estupefacto si alguien le informara que el candidato Hipólito Mejía fue el Hipólito Mejía presidente de 2000 a 2004. Y quedaría absorto por varias razones. Al escuchar el discurso de promesas de Hipólito, si lo comparase con su desempeño, posiblemente concluiría en que en ninguna otra parte del mundo un político puede ser tan poco serio.
Comenzando por su promesa de mantener la estabilidad macroeconómica, hasta concluir con la oferta de atender a los sectores marginales, ninguna se sustenta sobre bases que pudieran, por lo menos, concederle al candidato del PPH el beneficio de la duda.
Hipólito y su equipo no saben lo que es estabilidad de los indicadores fundamentales de la economía, puesto que hicieron exactamente lo opuesto, es decir, destruirlos hasta convertir a la República Dominicana en una nación de rodillas.
La contradicción de Hipólito Mejía y su equipo entre lo realizado y lo que prometen ahora, se expresa así: combatir la pobreza, pero su gobierno creó un millón 500 mil nuevos pobres; generar 400 mil empleos, pero su administración aumentó en 600 mil el número de personas desocupadas; construir viviendas populares, pero su gestión no puede mostrar realizaciones en ese sentido.
Promete combatir la delincuencia, pero en su gobierno muchos delincuentes andaban con él; promete mantener la tarjeta Solidaridad, pero durante la campaña ha fijado cuatro posiciones distintas, entre ellas eliminarla, lo mismo que el Despacho de la Primera Dama, por lo cual nada de lo que diga sobre estos aspectos puede ser tomado en serio.
Hipólito Mejía ofrece la construcción de soluciones viales como túneles y elevados, pero en sus declaraciones diarias abomina de esas realizaciones, además de que durante su administración no consta que hiciera nada en ese renglón.
Es decir, que el candidato del PPH posiblemente pudiera confundir a un extranjero recién llegado, pero no a la mayoría de las seis millones 500 mil personas registradas para votar en los comicios de este domingo.
Por tratarse de una ficha conocida, la mayoría de esos electores enviará a Hipólito Mejía a su casa, mientras elegirá a Danilo Medina como su nuevo presidente.
