Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Vivencias cotidianas de allí y aqui

Anaïs Nin, escritora

Ángela Anaïs Juana Antolina Rosa Edelmira Nin nació el 21 de febrero de 1903 en Neuilly (Francia). Sus progenitores fueron Joaquín Nin, un compositor y pianista de origen cubano y español, y Rosa Culmell, una cantante cubana de origen francés y danés.

Cuando Anaïs contaba con once años de edad el padre abandonó a la madre, a ella y a sus dos hermanos, hecho que marcó pasmosa y dolorosamente su vida. Aunque era una niña, Anaïs decidió escribirle una carta que fue el inicio de las treinta y cinco mil páginas que configuraron sus célebres “Diarios”.

Junto a su madre y hermanos se trasladó a Nueva York. Allí convivió algunos años al lado de su familia cubana.

A los dieciséis años, Anaïs dejó los estudios y comenzó a trabajar como bailaora de flamenco. Al mismo tiempo se inició en el conocimiento del psicoanálisis, obsesionada como estaba por el perdido padre.

En 1923 contrajo nupcias en La Habana con un acaudalado banquero: Hugh Guiler. La pareja decidió fijar su residencia en París. Pero Anaïs se aburría inmensamente y se consoló dedicándose de lleno a la escritura.

Conjuntamente a la continuidad de su diario, escribió un corto ensayo sobre D. H. Lawrence que fue publicado en el 1930. Poco a poco se fue distanciando de su marido.

En el 1955 se casó con Ruper Pole sin antes haberse divorciado de su primer esposo, quien aceptaba las relaciones extramatrimoniales de su mujer pero no sabía que ella había llegado a tal extremo con Pole. Anaïs anuló su segundo matrimonio tras la publicación de sus diarios, por temor a que Hugh Guiler lo descubriera.

Conoció al escritor Henry Miller y a June, su mujer, con quienes inició una relación poco común: un triángulo amoroso. Su trato con los Miller predomina en uno de sus siete Diarios.

Cuando Anaïs regresó a Nueva York decidió imprimir y publicar sus propios escritos, de carácter erótico excesivamente escandaloso para los libreros de la época.

Continuó publicando con su dinero los libros que imprimía ella misma. De suma carga erótica, no le reportaron fama como escritora.

Se reencontró con su padre con quien aseguraba en sus diarios el haber mantenido una relación incestuosa.

Escribió Invierno artificial, Una espía en la casa del incesto (1954), Collage (1964) y Delta de Venus (1977), entre otras de sus novelas.

En los años sesenta sus actuaciones y su obra fueron reivindicadas por los movimientos feministas que estaban en pleno auge.

Fue en el año 1966 cuando sus experiencias, y no las que imaginaba, le dieron la celebridad esperada. La publicación de sus diarios fue un éxito rotundo. Sus confesiones personales eran tantas que tuvieron que editarse dos versiones de las mismas. En la primera ocultó los nombres de las personas con las que se hubo vinculado y que aún vivían para no comprometerlas. En la segunda, en cambio, fueron aflorando, los de los que habían fallecido.

Además del triunfo literario, Anaïs recibió distintos reconocimientos tales como un doctorado “Honoris Causa” del Philadelphia College of Art.

Falleció el 14 de enero de 1977 en Los Angeles. Sus Diarios aún siguen reimprimiéndose y obteniendo grandes éxitos de venta.

El Nacional

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