SAN PEDRO DE MACORIS.- Wanda Peguero es de esas atletas que saben del significado que tiene representar la bandera de un país en competencias internacionales.
Por eso la otrora centro y delantera de poder de la selección nacional de baloncesto no se arrepiente de haberse colocado los colores nacionales con el orgullo, responsabilidad y determinación con que lo hizo durante una carrera de casi 15 años.
Al saber lo que se siente, Peguero está inmersa en enseñar lo aprendido dentro de las canchas, tiempo que además emplea para inculcar a las niñas la importancia del sentir patrio y representarla con determinación si se les presentase la oportunidad que ella tuvo.
“Siempre representé a mi país con orgullo y estoy satisfecha de la manera como lo hice y como me entregué a la causa en cada selección que integré”, dijo con propiedad la jugadora que ganó más de diez medallas representando a República Dominicana en eventos internacionales como Juegos Centroamericanos y del Caribe y en torneos Centrobasket.
Peguero rememoró parte de su paso por la selección nacional, luego de ser inmortalizada por el Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos, durante el Décimo Ceremonial celebrado el pasado domingo día 9, en el Salón Don Francisco Comarazamy, de la Alcaldía Municipal.
La hija de Bertha Peguero y Miguel Gómez Rodríguez recluta niñas en su natal comunidad del sector de Miramar, para enseñarles el baloncesto y mantenerlas enfocadas en el deporte.
La ex atleta, quien también jugó en 23 torneos del baloncesto superior femenino del Distrito Nacional con el dominante equipo del club Mauricio Báez, definió su inmortalización como un momento grande para ella y su familia.
“Durante largos años hice un enorme sacrificio, esfuerzo y desprendimiento, como madre, para asumir con honor la responsabilidad de defender los colores de la bandera nacional y creo que lo hice con altura, vocación y mucha dedicación”, indicó.
“Por eso, hoy es un día muy especial y particular en mi vida, un momento grande y muy gratificante que hoy es posible gracias al apoyo que siempre recibí de mis padres y hermanos”, agregó.
Su ángel de la guarda
Además del apoyo familiar, Wanda Peguero aprovechó los minutos permitidos por el Ceremonial para cada deportista luego de ser exaltado, para rendir un homenaje póstumo al otrora dirigente del basket nacional y ex alcalde de esta provincia, Vicente Feliú Bobea, fallecido hace meses en la ciudad de Boston.
Sobre Feliú, Peguero resaltó las virtudes humanas y profesionales que adornaron su vida. Wanda lo definió de una manera muy especial: “Prometí no llorar cuando hablara de la influencia que tuvo en mi como atleta y como persona, pero quiero decirles que Don Vicente fue mi ángel de la guarda. Le quiero dar las gracias a su familia, por lo que Feliú representó para mí, para el deporte y la ciudad”, afirmó.
Al momento de su deceso, Vicente Feliú era vicepresidente del Salón de la Fama de esta ciudad y sus aportes a la institución y al deporte provincial y nacional fueron reconocidos por el Comité Permanente, a través de su presidente, ingeniero Juan Eric Yermenos. Alfred Feliú, nieto del finado deportista, recibió una placa en representación de la familia.
Con Mauricio Báez
Además de su fructífera labor con la selección nacional, Peguero tuvo una brillante carrera como jugadora del club Mauricio Báez, en el basket superior distrital, con el que ganó más de diez títulos, muchos de ellos de manera consecutiva.
Integró junto a Bárbara Santos, también nativa de esta ciudad, una de las línea frontales más endemoniadas dentro del Mauricio y con la selección selección nacional de basket.
Los siete inmortales
Además de Wanda, fueron exaltados los ex peloteros profesionales Luis Castillo y Armando Benítez, la ex pesista Miosotis Heredia, el beisbolista amateur Luis Velásquez, el propulsor Juan Niemén y el ex boxeador amateur y profesional Francisco Álvarez.
