TEGUCIGALPA. AP. Refugiado en una embajada extranjera en plena Navidad, el líder derrocado Manuel Zelaya le pidió a sus seguidores que mantengan la fe y la lucha pacífica por los cambios políticos y sociales en Honduras, al tiempo que defendió la alianza que esbozó con el gobierno izquierdista de Hugo Chávez.
Desde la sede diplomática brasileña a donde llegó sorpresivamente hace tres meses en un esfuerzo, hasta el momento infructuoso, de recobrar el poder, Zelaya envió temprano un mensaje de Navidad a través de la Radio Globo.
“Quiero imprimirle al pueblo fuerza, confianza, fe, amor por este país, amor con métodos pacíficos y democráticos, amor cristiano en esta Navidad para que Honduras esté de pie exigiendo estas reformas”, manifestó.
“Hay que exigirle a esta nueva administración (la del presidente Porfirio Lobo que asumirá el 27 de enero) que cumpla y continúe con todos estos procesos de reformas económicas y sociales”.
Zelaya, derrocado por los militares el 28 de junio y expulsado a Costa Rica, reiteró que su derrocamiento fue impulsado por la elite económica y sectores de derecha en el país y en el extranjero.
El líder defenestrado ensalzó los cambios que dice haber impulsado para ayudar a los pobres en el país, entre los que mencionó rebajas en los precios de los combustibles, aumentos al salario mínimo, préstamos para a los pequeños productores y sus intentos fallidos por darle participación al pueblo en una consulta encaminada a promover reformas políticas.
Zelaya considera que ese camino de reformas ya se abrió y no tiene marcha atrás, aunque le pidió a sus seguidores seguir promoviendo ese proceso pacíficamente.
Al atardecer, cerca de un centenar de partidarios suyos se congregó en una de las calles de ingreso a la embajada brasileña bloqueada con vayas de seguridad por los militares. Los manifestantes coreaban “Mel (Zelaya), aguanta, el pueblo se levanta!”. Se colocó un equipo de discoteca con luces y la gente bailó temas alusivos al líder derrocado y otros con motivo de la Navidad.
La hija menor de Zelaya, Xiomara Hortensia, se acercó a los manifestantes para agradecerles el gesto de apoyo a su padre. Ella, su hermana mayor, su mamá y su abuela paterna iban a pasar la Nochebuena con el presidente derrocado.
Miriam Lagos, una trabajadora social de 38 años, compró velas y fósforos para repartirlos entre los manifestantes. “El objetivo es hacer alegre el momento a pesar de la represión”, manifestó a la AP.
Los militares extendieron el perímetro de seguridad casi pegado a la calle, por lo que los seguidores de Zelaya tuvieron que celebrar su acto a un costado.
Envía mensaje
El ex presidente Manuel Zelaya envió un mensaje por radio desde la embajada de Brasil en Honduras, donde está refugiado. Derrocado el 28 de junio último, Zelaya riteró a sus seguidores la recomdnación de matener la lucha, pero de manera pacífica.