Zika es el cuarto virus relacionado con mosquitos que llega a nuestra región en los últimos 20 años, antes lo hicieron el dengue, el virus del Nilo, y la chikunguya. La dificultad para controlar la reproducción del mosquito vector y la probable asociación del virus con la microcefalia en recién nacidos, plantean serios desafíos al país.
El Ministerio de salud aumenta su campaña para eliminar los criadores y protegerse contra las picaduras, igualmente recomienda a las mujeres posponer sus embarazos, sin embargo el alto número de embarazos no deseados sobre todo en adolescentes conspira contra esta medida, ya que no hay educación sexual integral en las escuelas, tampoco se dispone de condones y otros medios anticonceptivos para las iniciadas sexualmente.
Una vez la embarazada adquiere el virus, no hay ningún tratamiento disponible para disminuir el riesgo de sus efectos. En Brasil, por ejemplo, entre octubre del 2015 y enero del 2016 se reportaron más de 3500 casos de microcefalia. En un principio los bebés están activos, algunas madres dicen: “Su cabeza va a crecer y quedar normal”, pero la realidad es diferente y devastadora.
La microcefalia es una afección en la cual la cabeza del bebé es mucho más pequeña de lo esperado y el cerebro del bebé no se desarrolla adecuadamente. Retrasos en el desarrollo del habla; dificultad para caminar o sentarse; disminución de la capacidad para aprender y funcionar en la vida diaria, son algunas de las lesiones que quedan de por vida.
La prohibición en la interrupción voluntaria del embarazo aun en casos comprobados de malformaciones, condena a las mujeres dominicanas a llevar una vida de sacrificios de toda índole.
