El caos
A pesar de los ingentes esfuerzos de las autoridades y las cuantiosas inversiones realizadas por el Estado, no vemos una salida que conlleve a mitigar el terrible malestar y la incomodidad de enfrentarse cada día al desorden que impera en las calles en cuanto al desplazamiento vehicular.
Es insostenible la cantidad de vehículos que circulan a diario en cualquier calle o avenida, estrechas en la gran mayoría y en malas condiciones, llena de obstáculos, chatarras abandonadas, conductores mal estacionados, choferes del trasporte públicos violando todas las leyes de tránsito.
El aumento del parque vehicular es insostenible, cada ciudadano opta por tener su propio medio de transporte, debido a la falta de planificación y regularización del sistema de transporte público.
Para agregar más ingrediente a la difícil situación del transporte, cada día aumenta la cantidad de vehículo que son usados como medio de sustentación de choferes, a través del trasporte público, con el agravante de que en su gran mayoría no cumplen con los mínimos requerimiento para circular en las calles.
A esto hay que agregar la falta de educacion de muchos guagüeros y la proliferación de moto conchos sin ninguna regulación e improvisando paradas en cualquier esquina.
La población está desesperada, ya todas las horas son pico, la única forma de evitar ser víctima de este desorden es quedarse en casa, cosa que es imposible; estamos obligados a salir a las calles, ya sea en busca del sustento, a sus centros de trabajo, o realizar cualquier diligencia personal.
Debemos de buscar solución urgente. No se puede salir a las calles sin ser víctima del desorden vial, generador de estrés, accidentes de tránsitos, incumplimiento de horario, violencia física y verbal
Los Tapones kilométricos provocados por choferes estacionados en cualquier lugar, obstrucción del tránsito, choferes públicos que no hacen uso de las paradas establecidas, conductores que no respetan ninguna señal de tránsito, rebases imprudente y temerarios, conductores en vías contrarias y que irrespetan al que pacientemente espera el avance de las filas; son acciones cotidianas en el transporte, que ponen en peligro la buena convivencia y la paz del ciudadano.
Las autoridades deben elaborar planes de ejecución con aspectos fundamentales como son, programas de educación vial; tomar control absoluto del sistema del transporte; eliminar la hegemonía de los sindicatos; confeccionar un sistema de transporte colectivo eficiente y sacar de circulación los carros de concho; solo así acabaremos con este desorden.
El Estado dominicano debe continuar fomentando el transporte masivo en todo el país y garantizar la eficiencia y el orden en el transporte público, a fin de que los ciudadanos no se vean en la imperiosa necesidad de movilizarse en sus vehículos.
Con estas medidas y un régimen de consecuencia que obligue a conductores a cumplir las leyes, podríamos mitigar el grave problema del desorden en el tránsito.
Hasta la Próxima semana, con más Jerez y más Whisky.
Por: Jerez Wisky
katleenh487@gmail.com