Editorial

¿A qué vino?

¿A qué vino?

La visita del secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moom, se recibe como un reconocimiento a la República y a su Gobierno, aunque la agenda que aborda tan distinguido huésped parece centrada en el incómodo y difícil tema de la inmigración haitiana.

El señor Ki-moom tuvo una primera escala en Haití donde prometió a sus autoridades que ayudaría a erradicar la epidemia del cólera introducida en ese país hace más de tres años por tropas de la ONU que ayudan a consolidar la estabilidad política y social en esa nación.

Llama la atención que el diplomático surcoreano viaje a Puerto Príncipe para formular tan tardía promesa, pues esa epidemia ha causado ya miles de muertos en lo que puede definirse como una catástrofe sanitaria.

Tal parece que el motivo de la visita del secretario de la ONU a Haití y República Dominicana ha sido para monitorear la aplicación de la ley 169-14 de Naturalización y el Plan de Regularización Migratoria de descendientes de haitianos indocumentados afectados por la sentencia del Tribunal Constitucional.

A eso se atribuye la cálida felicitación externada por Ban Ki-moon al presidente Danilo Medina por la aplicación de esos estatutos, al tiempo de señalar que es esencial que los gobiernos de ambos países proporcionen identificación a los haitianos que viven y trabajan en República Dominicana.

Más claramente, el secretario de la ONU dijo en presencia del presidente Medina que “es importante reconocer la nacionalidad de estas personas (descendientes de haitianos), lo que debería recibirse como un pertinente pedido, si se condiciona a la aplicación irrestricta de la sentencia del Tribunal Constitucional y de la ley.

Se resalta que técnicos de Naciones Unidas ofrecieron colaboración o sugerencias para la redacción del conflictivo Reglamento para la aplicación de la Ley de Naturalización Migratoria, lo que confirmaría el temor de que la ONU muestra excesivo interés en que el decreto presidencial que legalice ese documento proyecte determinados efectos jurídicos.

Ojalá que al interés del diplomático por el tema de la migración haitiana se agregue lo relativo a la solicitud del presidente Medina para que la ONU apoye al Gobierno dominicano en sus esfuerzos por reducir embarazos entre adolescentes. Bienvenido. La más cálida bienvenida al señor Ban Ki-moon.

El Nacional

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