El presidente Luis Abinader encabezó esta mañana el lanzamiento del Plan Nacional de Viviendas Familia Feliz que involucrará 61 mil unidades en cuatro años, con una inversión público-privada de 200 millones de dólares, para dar facilidades de adquirir un techo propio a las familias dominicanas.
El plan será sustentado por el Fondo Nacional de la Vivienda y el Ministerio de la Presidencia.
En el primer año se construirán 11 mil viviendas y los años subsiguiente unas 17 mil unidades habitaciones.
El programa tiene por objetivo la clasificación de tres categorías de viviendas, destinadas para familias con distintos niveles de ingresos económicos y serán realizados con el objetivo de poder encajar con el poder adquisitivo de cada familia.
Los subsidios del gobierno vendrán en bonos para el pago inicial (Bono Inicial Familiar) y en la tasa de los préstamos (Bono Tasa) para facilitar los pagos mensuales de los nuevos propietarios de vivienda, durante un periodo de siete años.
El proceso de adquisición de viviendas respaldará un aumento de los préstamos hipotecarios, ya que las instituciones financieras contarán con clientes precalificados que contarán con el subsidio apropiado para calificar para esos préstamos. Se estima que la cartera hipotecaria de la República Dominicana aumente alrededor de un 58 por ciento por los préstamos que generará el plan de viviendas.
El proyecto, encabezado por el Ministerio de la Presidencia, involucrará sectores económicos de la sociedad, entre ellos el sector financiero, construcción, inmobiliario, entre otros, que estarán involucrados en esta importante iniciativa.
El Plan Nacional de Viviendas Familia Feliz marca el inicio del más grande proceso de accesibilidad a la vivienda digna, garantizando la Seguridad y la Salud familiar.
Será un plan de Renovación Urbana que a juicio de los promotres provocará un cambio positivo de las zonas en donde se realicen las intervenciones, enfocándose en las familias más necesitadas, y que convertirá lugares de hacinamiento en residenciales modernos con mejores accesos y con los principales servicios básicos, áreas comerciales, infraestructuras, entre otras facilidades.
Se desarrollarán en terrenos públicos o privados, y para la construcción de las obras el Estado realizará subsidios ajustados a los presupuestos de los ciudadanos dominicanos, para que estos puedan, a través de instituciones financieras, realizar la compra de los inmuebles.
El programa de acceso a viviendas acompañará a los ciudadanos durante todo el proceso para asistirlos en realizar los ahorros necesarios para el pago inicial y luego los pagos mensuales de sus préstamos hipotecarios.
Las familias recibirán su título cuando completen el pago de su hipoteca cuyos pagos se realizará con instituciones financieras, no con el gobierno.
Los subsidios serán gratuitos, pero se exigirá el complimiento de requisitos específicos que ayuden a mejorar la situación de la familia que los reciba. Algunos de estos requisitos podrían incluir la escolaridad y capacitación de los hijos de la familia, vinculación a programas de salubridad, entre otros.
Los beneficiarios deben tener una permanencia mínima de 10 años en la vivienda, sin posibilidad de transferencia para garantizar que estos aprovechen al máximo la oportunidad de un nuevo ambiente.
Estos podrán seguir recibiendo los beneficios del Estado al través del PROSOLI, por lo menos durante los cinco años siguientes al registro de la adquisición de la vivienda.
Se trabaja para que grupos como miembros de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, maestros de escuelas, enfermeras, médico, mujeres maltratadas, entre otros, tengan acceso al Plan Nacional de Viviendas Familia Feliz.
Se espera que en el primer año se construyan once mil viviendas, una cifra que podría aumentar hasta diecisiete mil anualmente en los años siguientes.
Además, se proyecta que se crearán, en promedio, más de cien mil empleos anualmente, de manera directa e indirecta, durante los próximos cuatro años, para las ejecuciones de los proyectos.