Muy bien recibida ha sido la designación del colega José Antonio Aybar como presidente de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, en una época retadora, en que tendrá que emplearse un fondo para corregir tanto desorden comunicacional.
Según nos ha dicho va a procurar disuadir a los infractores de las normas y reglas morales, promoviendo reuniones y conversaciones, antes de aplicar sanciones, lo cual Me parece bien.
Es una tarea que no es sencilla, pero pienso que con el carácter y la responsabilidad que caracteriza al colega. Aybar, podrá sortear los obstáculos que de seguro se van a presentar en el camino. En los años 70, en la época en que el doctor Félix María Benzo era presidente de la Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, aceptó el cargo de inspector de la institución, sin sueldo, de manera honorífica. Así logré que se prohibiera el «Pónmelo ahí que te lo vuá a partí» (Los limones), del Conjunto Quisqueya; Víctor y Memelo, de Félix del Rosario. (alegórico a un ayuntamiento sexual), y posteriormente, en la presidencia de doña Zaida Ginebra, el que dice “que se acabe el arroz, la leche y la gasolina, pero el ron que no se acabe porque esa es mi medicina”, que grabó Johnny Ventura. Todas esas prohibiciones fueron motorizadas por quien escribe, sin ningún temor a los conflictos con los artistas afectados. El obstáculo principal de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía es que se rige por un reglamento obsoleto y desfasado que se hizo en una época en que no había internet ni redes sociales, que es donde más se verifica el desborde y el desorden.