La buena voluntad se impuso alrededor del conflicto entre Gobierno y transportistas sobre la construcción de una terminal provisional de autobuses como parte de la remodelación del entorno del kilómetro 9 de la carretera Duarte.

La actual estructura se seguirá usando hasta tanto se encuentre un solar apropiado, que pagarán los transportistas, para la construcción de la nueva terminal de pasajeros.

El Gobierno ejecuta un vasto plan para agilizar el tránsito y desarrabalizar una zona convertida en un peligroso caos para el transporte.

El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, dijo que se trabaja para abrir en septiembre los 14 carriles de la autopista Duarte sobre la avenida Luperón.

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El senador Antonio Marte, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra), saludó la obra que se ejecuta y la decisión sobre la terminal de autobuses.

Tanto el ingeniero Onéximo González, quien está al frente de los trabajos, como el legislador y empresario del transporte destacaron la trascendencia de la solución vial para eliminar el caos y acelerar la circulación por la autopista Duarte y la avenida Luperón.

No obstante los desalojos y otras decisiones incómodas que tuvieron que tomarse, los transportistas, que siempre suelen constituir un obstáculo cuando se tocan sus intereses, han respaldado el ambicioso proyecto emprendido por el Gobierno. Esa comprensión es una señal de armonía en el servicio.