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Algo más que salud

Algo más que salud

José Díaz

Desapego

En la entrega pasada nos despedimos citando el desapego, al convocarlos a la puesta en circulación de mis libros “Los amores perdidos” y “Compendio de “algo más que salud””, la que por cierto fue todo un éxito el que espero repetir el próximo 3 de diciembre a partir de las 3 de la tarde en el salón de eventos comunitarios de la Fundación Juan Pablo Duarte de la 408 Fort Washington Avenue (178 st) Suite 23A en New York; pero me quedó la espinita de regalarme más sobre el desapego y encontré esta belleza en un artículo de la red de Por Mireia Navarro “¿Qué es el desapego emocional? ¿Nos ayuda a ser más libres?”:

“El desapego mal entendido puede parecer puro egoísmo, pero nada más lejos de la realidad. Practicar el desapego no significa romper vínculos con todo aquello que es importante para mí, ni siquiera significa dejar de tener objetivos o de querer cosas. Más bien significa que aunque yo quiera algo, no lo necesito para vivir feliz.

Puedo querer una casa más grande, pero puedo a la vez aprender a apreciar la que tengo, a valorar lo que tiene de bueno, a mejorar lo que no me gusta, a agradecer la suerte de tener un techo y entender que aunque quiera una casa más grande, no la necesito para vivir. Esta casa que tengo ahora ya me hace feliz, cumple con todas mis necesidades.

Tal vez, algún día me compre una casa más grande, pero aún así, no habré vivido solo pensando en eso, habré disfrutado del camino. O tal vez, nunca me la compre y aún así sea feliz con lo que tengo.”

Este es el poder del desapego, no dejo de querer cosas o a personas, simplemente dejo de aferrarme a ello como si fuera lo único importante. Es andar mirando el camino y no el resultado. Los excesos nos ponen cadenas y no nos dejan ser libres.

Más claro ni en “algo más que salud”.