Una vez más
Cuando era un adolescente dirigente de clubes en Santiago de los caballeros, empecé una relación de amistad con el destacado (ya lo era para entonces) abogado Ramon Antonio Beras (Don Negro), y para esos años 70s el ya manejaba el intrincado tema haitiano, por la inmigración de estos a nuestro país, la particular circunstancia de compartir la isla y la notable mayor pobreza de Haití con respecto a la República Dominicana. Escribió un libro y siempre ha pedido que se respete la dignidad de los seres humanos que al igual que todos los habitantes del mundo son los haitianos.
Posteriormente el primer semestre que curse en la UASD a finales de 1975 tuve como profesor de historia a esa figura energía y digna que fue Emilio Cordero Michell (EPD), y el también fue un profesor de la dignidad de los inmigrantes haitianos que plasmo en el libro, que me regalo, por ser el estudiante, más aplicado.
El argumento para derrocar a Juan Bosch del cual se cumple 60 años este 25 de septiembre además de ser comunista fue su denuncia de que se estaba preparando una guerrilla en Haití para derrocar a Duvalier y acusar a la República Dominicana de promoverlo.
Ahora, en medio de una campaña electoral nuestra, se vuelve a atizar el odio contra los haitianos cuya única culpa es que por ser mucho más pobres que nosotros quieren cruzar para acá para sobre vivir, amén de que en su país quienes gobiernan son unas 15 bandas de asesinos.
No es por el canal del rio Masacre, es que no tienen opción, o cruzan para acá o se mueren o los matan.
Es la historia de la pobreza, la misma que lleva a centroamericanos, mexicanos y muchos dominicanos a intentar llegar a Estados Unidos cruzando la frontera. Seguimos en la próxima de “algo más que salud”.