También amor, en el baile
El pasado jueves publicamos la impresión de salud que nos provocó un baile que vi, y grabé de un compañero de promoción con su pareja, faltó este párrafo, empátenlo: “…Le mandé el video y su respuesta de agradecimiento contenía unas palabras de ella: “… gracias del alma de parte de los dos, ella de manera muy especial, pues se ve mejor de lo que ella pensaba”.
Fue lo mejor que viví en la celebración, un baile de amor, que garantiza, “algo más que salud”.”. Al leerlo me lo agradeció, entonces lo difundí.
La semana anterior se extravió este artículo: “Averiao de la espalda, y con poca cosa que hacer, en domingo, entré a una página de películas, deseché las nuevas y populares, y decidí ver, por tercera vez “Crimen perfecto” con Anthony Hopkins y Ryan Gosling. Hopkins ha hecho una centena de películas, pero le queda de maravillas el rol de malo, su papel de caníbal en Hannibal o “El Silencio de los corderos” son geniales, pero en “Crimen perfecto” se gana la mala voluntad de todos los que lo vemos discurrir saliéndose con la suya, pero al final, sabemos que pagará su crimen. Iba a ver “El Padrino”, por trigésima vez, pero mi pareja no estuvo de acuerdo. Veo nuevos films, pero prefiero repetir “Kung Fu Panda”,
“Los puentes sobre el Madison”, “¿Cuánto vale una vida?”, “El Retrato de Teresa”, “Locuras del Oeste”, “El taxista”, “La Conversación”, “Atrapado sin salida”, “Los Imperdonables”, “Espantapájaros”, “Pelotón”, “Nacidos para matar”, “Frankie y Johnny”, “Footlosse” y “Filadelfia”, entre otras muy pocas.
No veo boxeo ni nada parecido. No escucho música urbana, rap y demás porquerías. Casi todos mis libros, y estos artículos, han nacido y salen mejor cuando los escribo primero a mano.
Poco me interesa la farándula, y los programeros que se creen mejores que todos, igual que los políticos. Sigo tratando de usted a todo el mundo, incluso los niños. Trato de no relacionarme

