De fiesta
Es 10 de julio, fecha trascendente para mí y aunque no uso, esta añeja columna, para tratar asuntos personales, hoy les voy a pedir me lo permitan.
No traté mi renuncia del PLD yéndome a pie desde la capital a La Vega a renunciar del PLD a Juan Bosch, en su centenario, a su tumba (uno de los temas de mi libro que circulará el 7 de agosto “30 disparates que hice y volvería a repetir”), tampoco conté mi historia como uno de los que arriesgó su vida en las movilizaciones de la Asociación Médica Dominicana para que se incluyera a Senasa en la ley de Seguridad Social, y que participé en su creación, y fui de las comisiones que en el Consejo Nacional de Salud y la SISALRIL discutimos qué debía hacerse con la ley, y sobre todo con Senasa, ni mucho menos voy a hablar de él, que es la comidilla de nuestros políticos corruptos y oportunistas, sin embargo es mi ARS. Independientemente de los yerros, es la mejor de todas, y no me iré.
Tampoco usé esta columna para citar dos cánceres que me llegaron, el arribo de mi última nieta, ni sobre mi libro de cuentos, el que ya, con otra parte de mis libros, esta a la venta en Amazon, y que por respeto fui al velatorio de Juan Bautista Rojas Tabar.
No, no usé mi columna para eso, pero no puedo dejar pasar el día de hoy porque es el cumpleaños de mi hijo José del Carmen que ha vivido 27 años con la condición de autista, y su existencia sola ha sido uno de los aspectos que me han hecho mejor persona; su mamá ha estado a su cargo casi todo su toda su vida, pero nunca he dejado de lado mi responsabilidad y celebró su vida, la que ha ayudado a la mía que mañana arriba los 68 años y ambas las he disfrutado, como lo que son: “algo más que salud”.