La preocupación sobre la crisis económica marcha unida de la mano con el impacto de la pandemia del coronavirus.
Y la verdad que no es para menos con el déficit fiscal que se proyecta por la caída en las recaudaciones y los gastos en que se ha incurrido para evitar el colapso de las actividades productivas, mientras los afectados por la covid-19 continúan en aumento.
Sin embargo sirve de aliento el informe del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en el sentido de que lo peor de la crisis económica ha comenzado a disiparse. El éxito de esa recuperación no se da por generación espontánea, sino que según Valdez Albizu dependerá del cumplimiento del protocolo sanitario.
Frente al cuadro que se ha creado se torna también necesario una dosis de optimismo frente a las acciones que emprenderán las nuevas autoridades. Pero existe esperanza.

