Economía

América Latina y el nuevo comercio global: ¿oportunidad real?

América Latina y el nuevo comercio global: ¿oportunidad real?

América Latina enfrenta problemas en infraestructura logística y regulación.

Santo Domingo. – Un informe del McKinsey Global Institute, titulado Geopolitics and the Geometry of Global Trade, analiza cómo la reconfiguración del comercio global representa una oportunidad para América Latina.

La región podría consolidarse como un actor clave, diversificando sus relaciones comerciales y fortaleciendo su competitividad internacional.

Durante décadas, el comercio global ha impulsado la interconexión económica y el crecimiento. Sin embargo, recientes cambios geopolíticos han fragmentado el mercado y reestructurado las cadenas de suministro.

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Actualmente, cada región depende de importaciones para más del 25% de su consumo en al menos un recurso crítico, producto manufacturado o servicio, lo que ha obligado a replantear estrategias comerciales.

En este nuevo panorama, Estados Unidos ha reducido su comercio con China y lo ha redirigido a economías como México y Vietnam, que ahora sirven como intermediarias. Europa ha disminuido su dependencia de Rusia, fortaleciendo lazos con Estados Unidos. Mientras tanto, China ha incrementado su comercio con economías en desarrollo, incluyendo ASEAN, Brasil e India.

¿Está América Latina lista para el desafío?

“La nueva dinámica del comercio global ha convertido a América Latina en una pieza clave dentro de las cadenas de suministro. Sin embargo, la gran pregunta es si estamos preparados para aprovechar esta oportunidad”, señaló Antonio Novas, senior Partner de McKinsey & Co. y Managing Partner en República Dominicana.

Brasil y México han sido los principales beneficiarios de la reorientación comercial entre Estados Unidos y China. Brasil ha diversificado sus relaciones comerciales globales, mientras que México ha fortalecido su rol en el comercio estadounidense gracias al nearshoring.

Mapa de América Latina con las banderas de los países. Diseño colorido. Ilustración vectorial

Más allá de Estados Unidos, el crecimiento del comercio con Asia es una realidad que América Latina no puede ignorar.

China, que antes dependía de mercados desarrollados, ahora comercia principalmente con países emergentes. Para América Latina, la diversificación de socios comerciales ya no es una opción, sino una necesidad.

Obstáculos a superar: infraestructura y regulación

El reto no es solo diversificar, sino también modernizar. América Latina enfrenta problemas en infraestructura logística y regulación. Brasil y Argentina han mostrado rezagos en corredores comerciales eficientes, lo que encarece el comercio y afecta la competitividad.

En cambio, México ha sabido capitalizar su cercanía con Estados Unidos mediante tratados comerciales y una infraestructura avanzada, convirtiéndose en un imán para el nearshoring.

A esto se suma la burocracia. América Latina tiene uno de los entornos regulatorios más complejos del mundo, lo que frena la inversión. Para consolidar su rol en el comercio global, la región necesita políticas más ágiles y predecibles que impulsen la integración comercial y la competitividad.

¿El futuro comercial está en Asia?

Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal socio de América Latina, las relaciones con Asia han cobrado mayor relevancia. La participación de China en las importaciones y exportaciones de la región ha crecido exponencialmente en las últimas dos décadas, y el sudeste asiático se ha convertido en un destino clave para los productos latinoamericanos.

La participación de China en las importaciones y exportaciones de la región ha crecido exponencialmente en las últimas dos décadas

El reto es lograr relaciones comerciales equilibradas. China ha sido un comprador clave de materias primas latinoamericanas, pero su estrategia de inversión ha estado marcada por préstamos con condiciones y proyectos estratégicos. América Latina debe negociar mejores términos para garantizar que estas relaciones fortalezcan su industria y tecnología, en lugar de reforzar la dependencia de bienes primarios.

El comercio global está cambiando, y América Latina tiene una oportunidad real de redefinir su papel en la economía mundial. Pero no basta con aprovechar cambios coyunturales. La región necesita una estrategia clara basada en diversificación, infraestructura moderna y una política comercial más ambiciosa.

El potencial existe. La clave será convertirlo en una ventaja sostenible y no en una ilusión pasajera.

Lázaro Medina Familia

Hijo, hermano, padre, esposo y católico. Egresado de Comunicación Social de la Universidad Dominicana O&M. Periodista con larga experiencia en temas de actualidad. Desde el 2015 formo parte del gran equipo de El Nacional donde me desempeño como redactor y coordinador de contenido. Previamente estuve en Telesistema 11 y El Nuevo Diario. Ganador de una Mención especial en el Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua 2024, por la serie de reportajes 'Ríos y balnearios'.