Opinión Editorial

Anacrónico e inhumano

Anacrónico e inhumano

Proyectos y promesas oficiales sobre modernización del sistema carcelario datan de muchos años sin concretizarse, por lo que el modelo penitenciario es hoy un armatoste que alberga a 25 mil internos en espacios con capacidad solo para 15 mil 200, de los cuales el 64 % son preventivos y más de 4,500 duermen en el suelo.

La construcción de la penitenciaria Las Parras, que sustituiría a la cárcel La Victoria, estuvo paralizada por años, convertida en cuerpo de delito de un expediente por corrupción, lo que se intenta subsanar aun parcialmente para albergar parte del exceso de la población carcelaria.

El director de la Oficina Nacional de Apoyo a la Reforma Carcelaria, Roberto Santana, y el encarado del área judicial de esa dependencia, revelaron que en 339 internos con medidas de coerción el Estado gasta unos 15 millones de pesos, suma que se reduciría a poco más de tres millones si son juzgados en libertad.
La autoridades han prometido inaugurar la primera etapa de la cárcel Las Parras para el 25 de este mes, lo que permitiría albergar unos 2,000 reclusos, por lo que el déficit de espacio en el sistema penitenciario aun sería de unos ocho mil internos.

Mucho se habla de que República Dominicana posee una economía de renta media, asociado a la relativa modernidad en su infraestructura y consolidación de desarrollo humano, pero eso contrasta con el drama de más de cuatro mil reclusos que duermen en el suelo o cercanos a retretes.

Datos escalofriantes ofrecidos por Santana en el programa televisivo Hoy Mismo, refieren que el 40 % de los crímenes y delitos se perpetran desde las cárceles, incluidos actos de sicariato, y que en instalaciones militares y policiales se improvisan cárceles ante la ausencia de recintos civiles.

Ojalá que la ministra de Interior, Faride Raful, no se haya impresionado al visitar el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, que tiene espacio para alojar a 40 mil reclusos de alta peligrosidad, porque, además de Las Parras, el sistema dominicano solo requiere de edificaciones mucho mas modestas en algunos municipios.

Al Gobierno, Ministerio Público y Orden Judicial le corresponde coadyuvar en el abordaje de un sistema penitenciario anacrónico e inhumano, con una alta sobrepoblación, cárceles militares y policiales que operan fuera del modelo carcelario y miles de reclusos preventivos que cumplen prisión tendidos en el suelo sin ver de cerca el rostro de un juez.

El Nacional

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