Dunas de Baní
Hasta que la ocupación no fue denunciada las autoridades ni siquiera se habían enterado de la invasión de las dunas de Baní para levantar viviendas.
El viernes en la tarde agentes del Servicio Nacional de Protección Ambiental comenzaron a derribar las empalizadas con que invasores cercaron solares para construir casas. Pero lo que se impide son nuevas apropiaciones porque en la zona se han levantado casas en violación de la ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Los invasores, que no son invisibles, han cortado árboles y parcelado espacios ante la vista de todos. Las dunas, que se extienden por unos 15 kilómetros, son un área protegida.
El obispado de Baní, de los primeros en dar la voz de alerta, consideró que la ocupación solo es posible con la anuencia de las autoridades. Aunque no es la primera vez que la extensión de arena es ocupada por particulares no se conoce de detenidos ni de acción judicial alguna.
Eran varios los espacios cercados, que por los materiales que se utilizaron no se efectúa de la noche a la mañana, pero tuvo que surgir el escándalo para que las autoridades intervinieran. No se ha escuchado ni siquiera la voz de las autoridades provinciales, como si la ocupación no representara un crimen ecológico.
Se ha sido muy indulgente frente a los invasores de un recurso que es único en el Caribe. Si no se somete a los ocupantes y se dispone una verdadera vigilancia no existe la menor garantía de que las dunas vuelvan a ser ocupadas para levantar viviendas.

