La carnetización de los trabajadores temporeros no residentes, específicamente de los haitianos, es un paso necesario para la regulación de la mano de obra extranjera.
La decisión, mucho más fácil de aplicar y vigilar, sustituye el plazo de tres meses que se había dado a las empresas para cumplir con el artículo 135 del Código Laboral sobre la utilización solo de un 20% de empleados extranjeros en sus plantillas.
El director de Migración, Enrique García, explicó que los inmigrantes sólo necesitan para regularizarse como trabajadores temporeros el pasaporte, la cédula o un acta nacimiento, si es que tienen esos documentos. Con los carnés y los contratos se tendría un mayor control de los inmigrantes del vecino país. Pero además se evitará afectar actividades productivas, como la agropecuaria y la construcción, donde la mano de obra haitiana es mayoritaria.