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Azúcar, café, tabaco y cacao

Azúcar, café, tabaco y cacao

Elvis Valoy

Indiscutiblemente que «No hay miel sin hiel, ni placer sin dolor». Repasando la sociología se nota que el capitalismo dominicano ha tenido un sui generis desarrollo. Regiones y productos les han introducido dinamismo a nuestras relaciones de producción. Azúcar, café, tabaco y cacao han jugado un papel estelar en la configuración de la sociedad dominicana.

Los años sesenta y setenta del siglo XIX fueron clave para la región del Cibao. En esa época, esa zona emergió como el centro de producción nacional y podría decirse que capital económica de la nación.

El cultivo y comercialización del tabaco catapultó el Cibao. Sin embargo, la producción tabaquera era un monopolio manejado por pocas manos (Harry Hoetink, Santo Domingo y el Caribe, Ensayos sobre Cultura y Sociedad, páginas 62 y 63).

La producción de café, cacao y banano para exportación tuvo su auge a partir del año 1875, apogeo atribuible a la cercanía con el mercado estadounidense. Por su característica de cultivo a pequeña escala, la siembra de café y cacao permitió a los pequeños campesinos cibaeños su integración a la producción. La «pacificación» del dictador Ulises Heureaux (Lilís) contribuyó al progreso.

El auge de la industria azucarera se inició a finales del siglo XIX. La elaboración de azúcar en gran escala desplazó al trapiche tradicional. La zona Este tomó la vanguardia, principalmente, a raíz de la Guerra de los Diez Años en Cuba, que atrajo capitales que les huían al conflicto .

Las exportaciones de azúcar tuvieron un extraordinario incremento, y de 6 millones de kilogramos que se enviaban al extranjero en el año 1881, pasaron a más de 120 millones de kilogramos en el año 1916.