La producción nacional de bananos, que reporta unos 450 millones de dólares en exportaciones, genera más de 32 mil empleos, representa el mejor ejemplo del gran aporte que puede sumar a la economía el desarrollo de una agropecuaria de exportación.
República Dominicana se ha convertido en el primer exportador mundial de banano orgánico, lo que significa que el 63% de las 270 mil tareas dedicadas a ese cultivo han sido certificadas como libre de pesticidas o cualquier otro tipo de químico.
Tal ha sido su crecimiento que ese sector aporta cada semana entre cien y 115 millones de pesos por concepto de pago de salarios a trabajadores directos en las áreas de cultivo y factorial, además de generar beneficios a fabricantes de envases, fertilizantes y otros equipos usados en el empaque y embalaje.
Las áreas de cultivo y producción de bananos están diseminadas en las regiones norte, nordeste y sur, donde se constituyen en activa fuente de generación de empleos y de dinamismo del comercio y de la economía local.
A partir del éxito alcanzado con el banano, se requiere que Gobierno y productores formalicen una alianza estratégica para impulsar otros sectores de la agropecuaria con marcada vocación exportadora, como los frutos y vegetales orientales.
Otra experiencia positiva ha sido la producción bajo ambiente controlado de vegetales y hortalizas que se exportan a Europa, Estados Unidos, Canadá y el Caribe, con ingresos superiores a los cien millones de dólares.
Es menester que el Gobierno asista a productores de mango, aguacate, coco, piña y otros rubros similares con la promoción de créditos para la expansión de siembra, transferencia tecnológica, mercadeo y promoción de comercio exterior, en la seguridad de que aumentará el aporte en divisas, la oferta de empleos y el mejoramiento de la calidad de vida.
El sector agropecuario, que ya lidera el aporte al PIB nacional, a través de las exportaciones de cacao, tabaco procesado, azúcar y café, posee todavía infinito potencial para convertirse en principal locomotora de la economía, con el incremento del volumen y valor de las exportaciones. El banano es el mejor ejemplo.