A orillas del rio Chao Phraya se encuentra Bangkok, la idílica capital de Tailandia, hogar de alrededor de 8,5 millones de habitantes que al unísono se funden cada mañana al comenzar la jornada de tan cosmopolita ciudad.

Su nombre en tailandés Krung Thep, significa: La ciudad de los ángeles y comenzó como un pequeño puesto de comercio en la desembocadura del rio.

La cuenca del río Chao Phraya, los alrededores de Bangkok y las provincias cercanas incluyen una serie de llanuras y deltas de los ríos que desembocan en la bahía de Bangkok, a unos 30 kilómetros al sur del centro de la ciudad. Esto dio lugar a la denominación de Bangkok como la «Venecia de Oriente», debido al número de canales y vías que dividen el área en parcelas separadas de la tierra.

Con un clima tropical húmedo, Bangkok, es relativamente cálida, la temperatura más alta registrada en la ciudad fue de 40° centígrados en mayo de 1983, mientras que la más baja registrada tuvo lugar en enero de 1955, cuando se registró 9,9° centígrados.

Sin lugar a dudas los templos y el Gran Palacio son los atractivos más importantes de la ciudad.

En el Gran Palacio y sus alrededores se pueden encontrar muchos templos dedicados a Buda que parecen sacados de una película. Estos edificios transmiten una gran tranquilidad y sorprenden por sus decoraciones y ornamentos. Aunque no todo esmonumentos.

Bangkok también ofrece bonitos parques para el esparcimiento y su río Chao Phraya también es un monumento digno de conocer, disfrutar y navegar.

Entre las atracciones arquitectónicas se destaca el Palacio Vimanmek que es considerado la edificación más grande construida en madera de caña. Aparte de albergar en su territorio unos majestuosos edificios, el complejo palaciego puede presumir de un bonito jardín, famoso por ser un lugar ideal para dar un paseo. Los amantes de la naturaleza no deberían perderse la visita al zoológico Dusit.
La atracción turística más insólita de Bangkok son quizás los mercados flotantes. Los más grandes están ubicados sobre los canales Damnoen Saduak y Wat Sai.

Aparte del gran surtido de las mercancías que se venden allí, los mercados atraen también por su ambiente fuera de lo común.
Si por algo descuella la capital tailandesa es por dar cabida a una ingente oferta gastronómica de gran calidad. Y lo que es más importante: a precios que están al alcance de cualquier bolsillo (a pesar de que siempre hay que dejar un 10% adicional en concepto de propinas). La gastronomía tailandesa es de las más variadas, ricas y sabrosas de Asia.

En la gastronomía tailandesa la relación con el arroz es tal, que en tailandés comer se dice “Kin Khaw”, que significa literalmente comer arroz.

Básicamente, la cocina tailandesa consiste en carne, verduras, hierbas servidas sobre arroz o bien sopas con fideos o sin ellos. De esta combinación se derivan multitud de tipos de platos.

En fin, entre buena comida, mercados flotantes, vibrantes museos y antiguos museos que cuentan una historia en sus pasillos, se vive en Bangkok, una joya oriental que mezcla lo mejor del pasado y del presente.