La familia es el laboratorio social de donde se extraen las informaciones que se incorporan en nuestras prácticas diarias, cada individuo tiene una identidad y funciones diferenciadas, posee un perfil que le identifica dependiendo de la posición, del orden de nacimiento, la cohorte o periodo histórico al que pertenece, las circunstancias que dieron lugar a su nacimiento y algunos aspectos que son inherentes a la persona, también el padre y la madre que tenemos y el contexto social donde ese niño se desarrolló y muchos otros aspectos que podríamos estar mencionando.
Entonces una persona que nació en tiempo de guerra es posible que tenga diferencias marcadas de una persona que nació en tiempos de paz aunque pertenezcan al mismo sistema familiar, o ese niño que nació en tiempo de precariedad del otro niño que nació en tiempo de abundancia o los niños que nacieron en tiempos de pandemia con papi y mami en casa, dándoles las atenciones y cuidados que requería en esa etapa de desarrollo y el mismo hermano que nació en otros tiempos con padres ocupados fuera de casa, podrían tener unas diferencias muy marcadas, entonces ya sean por circunstancias individuales, conyugales, o sociales pueden haber favorecido o limitado la armonía de la familia en un momento determinado.
Cada persona es única dentro del sistema familiar y esas diferencias individuales nos dan un sello puesto por Dios; por tanto no podemos pretender que los padres sean todos iguales, que los hijos se comporten de la misma forma, que tengan los mismos gustos, que piensen igual, que sus capacidades sean iguales, que traigan las mismas calificaciones de la escuela, de ser así seriamos máquinas creadas por la mente humana y no ideadas y creadas por Dios, cada familia tiene su propia composición y la misma puede variar por circunstancias, por decisiones de los miembros de ese sistema, de dicha composición o configuración surgen los tipos de familia.
Hay un ideal de familia que cada persona tiene, sin embargo la familia ideal es un mito por que los seres humanos somos imperfectos, no hay familias perfectas; formamos familias entre personas criadas en diferentes sistemas, con costumbres, con estilos de vidas diferentes, con creencias distintas entre otros aspectos que pudiéramos estar resaltando; de ahí que cada persona que llega a un sistema aporta lo que tiene y la familia la vemos como un todo en el que lo que sucede a cada miembro de la familia es un reflejo de como funciona el sistema.
POR: Iris De La Cruz Paula