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Bolsonaro, el expresidente que desafió a la democracia y acabó en prisión domiciliaria

Bolsonaro, el expresidente que desafió a la democracia y acabó en prisión domiciliaria

BOGOTÁ (COLOMBIA), 04/08/2025.- Fotografía de archivo del 17 de julio de 2025 del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro hablando durante una rueda de prensa, en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges ARCHIVO

São Paulo.- Mientras fue presidente de Brasil, Jair Bolsonaro planteó tres posibles destinos para su futuro: «Preso, muerto o victoria».

Este lunes se cumplió el primero: detenido en régimen de prisión domiciliaria en el marco de una causa por maniobrar junto con su «amigo» Donald Trump para archivar el juicio que enfrenta por golpismo.

El líder ultraderechista fue arrestado de forma preventiva, en su domicilio en Brasilia, por orden del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien decretó la aplicación inmediata del régimen de prisión domiciliaria por incumplir las medidas cautelares que le había impuesto el tribunal.

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Bolsonaro, capitán retirado del Ejército, nostálgico de las dictaduras militares y símbolo de la ola ultra global, llevaba una tobillera electrónica que monitorea sus movimientos desde hace una semana.

Aun así, siguió desafiando al Supremo. El viernes pasado y cargó contra De Moraes ante una nube de periodistas con sus celulares en alto.

«Esto de aquí es un símbolo de máxima humillación en nuestro país. Una persona inocente. Es una cobardía lo que están haciendo con un expresidente de la República», reclamó de forma agresiva, mientras señalaba el dispositivo atado a su tobillo izquierdo.

El domingo, habló vía telefónica durante una manifestación en la que participaron sus seguidores en São Paulo.

De Moraes, enemigo público número uno del bolsonarismo, interpretó la acción como una violación de las cautelares, que incluía no utilizar las redes sociales ni directa ni indirectamente, y dictó prisión domiciliaria.

Los problemas judiciales no se acaban ahí para el exmandatario, que ha vivido en los tribunales desde que dejó el poder el 1 de enero de 2023.

Inhabilitado hasta 2030 por abuso de poder en la campaña de 2022, en la que buscó la reelección y fracasó ante el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, Bolsonaro afronta un juicio por supuestamente «liderar» un intento de golpe de Estado contra su sucesor.

 BRASILIA (BRASIL), 04/08/2025.- Un auto pasa frente a la entrada del condominio donde vive el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro este lunes, en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges.
BRASILIA (BRASIL), 04/08/2025.- Un auto pasa frente a la entrada del condominio donde vive el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro este lunes, en Brasilia (Brasil). EFE/ Andre Borges.

La Fiscalía lo acusa de cinco delitos, cuyas penas sumadas pueden llegar a los 40 años de cárcel. Se espera una sentencia en septiembre u octubre.

Su periplo en la Justicia vino precedido de una larga trayectoria política que alcanzó su culmen entre 2019 y 2022, cuando ocupó la jefatura del Estado de la mayor economía de América Latina.

Un destino de antemano impensable para este descendiente de migrantes italianos que antes fue concejal en Río de Janeiro y diputado federal por 28 años en los que solo salió del anonimato por comentarios de sesgo autoritario y machista.

Un presidente en ascuas

La crispación también fue la tónica de su mandato presidencial, que ganó en 2018 en medio de los escándalos de corrupción de la Operación Lava Jato y tras una campaña marcada por la puñalada que le asestó un enfermo mental en un mitin y que aún hoy le acarrea problemas graves de salud.

RÍO DE JANEIRO (BRASIL), 04/08/2025.- Fotografía de archivo del 16 de abril de 2024 del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro durante una acto en Río de Janeiro (Brasil).EFE/ Antonio Lacerda ARCHIVO

Bolsonaro incentivó el uso de armas entre civiles, desobedeció a la Justicia, flexibilizó la legislación ambiental y trató con desdén la pandemia de covid-19, que mató a más de 700.000 brasileños.

«Vamos a enfrentar el virus con la realidad. Así es la vida. Todos nos vamos a morir algún día«, dijo al criticar las medidas de distanciamiento social durante los primeros meses de la crisis.

Pese a su errática gestión de la pandemia, rozó la reelección en 2022 aupado por su agenda ‘evangélica’, contraria al aborto y a la «ideología de género». La diferencia fue mínima con respecto a Lula: 1,8 puntos en una apretada segunda vuelta.

Pero nunca reconoció su derrota y, según la Fiscalía, conspiró con antiguos ministros y altos mandos militares para anular los comicios, impedir la investidura de su sucesor y mantenerse en el poder, en un plan que incluía capturar a De Moraes y hasta asesinar a Lula.

Él niega cualquier complot y afirma que apenas buscó «alternativas» dentro de la Constitución. Frustrado, financió a su hijo y diputado Eduardo para irse a vivir a Estados Unidos y colaborar con el Gobierno de Trump para imponer sanciones a Brasil por el juicio por golpismo.

Un militar rebelde

Aunque antes de político ultra, fue un militar rebelde.

Nacido el 21 de marzo de 1955 en el seno de una familia humilde en el municipio de Glicério, en el interior de São Paulo, Bolsonaro se alistó a las Fuerzas Armadas.

El senador brasileño Flavio Bolsonaro habla en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, el domingo 3 de agosto de 2025, mientras abraza una silueta de su padre, el expresidente Jair Bolsonaro, durante una manifestación para protestar contra un juicio en el que Jair Bolsonaro enfrenta cargos por su presunta participación en un intento de golpe de Estado en 2022. (AP Foto/Bruna Prado)

Se formó en 1977. Ingresó en la brigada paracaidista y ascendió a capitán. Hasta ahí su carrera castrense.

En 1986, con la democracia ya de vuelta tras dos décadas de dictadura, escribió un explosivo artículo en la prensa en el que reivindicó mejores salarios para la categoría, llamando casi a la insubordinación.

Le costó dos semanas en el calabozo. Hoy, con 70 años, vuelve a prisión, ahora procesado por golpismo y aún convencido de que podrá ser candidato en las presidenciales de 2026.