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Borrachera de poder

Borrachera de poder

Se pudo haber saludado que el PRM haya celebrado un taller estratégico, con miras al 2028, el pasado fin de semana en un hotel de Jarabacoa, pero no es así.

El encuentro contó con una serie de conferencistas, entre los cuales estuvo Iván Duque, expresidente de Colombia período 2018-2022, quien habló a la cúpula del partido oficial sobre “Gobernanza.”

No era la persona indicada, ese caballero fracasó en su país, con los altos niveles de inflación, incremento de la tasa de cambio, decrecimiento del Producto Interno Bruto, deterioro de los servicios públicos y, para colmo, serias violaciones a las libertades constitucionales y a los derechos humanos.

Bajo el mandato de ese presidente se registraron grandes protestas populares en Colombia, que provocaron el retiro de un proyecto de reforma tributaria. Dada su baja aprobación, el señor Duque no pudo representar la boleta de Centro Democrático en 2022, imponiéndose Gustavo Petro en una segunda ronda electoral.

 Ese joven es un discípulo de Álvaro Uribe, quien fue presidente de ese país del 2002 al 2010 y a quien se le atribuye auspiciar grupos de matones paramilitares. Tanto Uribe como Duque son fundamentalistas de derecha.

Sin embargo, no es la primera vez que Duque viene a República Dominicana invitado por el presidente Luis Abinader, aunque se ignora la relación específica que tiene el político colombiano con el presente gobierno.

El hecho es que este tipo de conferencista siembra confusión en una organización que es un desprendimiento del PRD, vinculado a la Internacional Socialista desde mediados de la década de los 70.

El PRM no tiene ningún vínculo, en la actualidad, con la socialdemocracia y se observa un implícito vedo al liderazgo del doctor Peña Gómez, priorizándose relaciones con segmentos oligárquicos nacionales.

El taller, en su contenido, es una negación a los principios históricos, de centro izquierda, que se enarboló en el pasado.

Empero, la condena mayor radica en la forma en que se trasladaron muchos funcionarios a Jarabacoa. Llegaron en helicópteros, posiblemente alquilados, aunque no se ha podido establecer si fue con recursos propios o estatales.

Sea una cosa o la otra se trata de una actitud imprudente, en una población donde hay muchos dominicanos pasando hambre, con deficientes servicios de educación y salud y un país sumido en un apagón. ¿Ese es el cambio?

 En República Dominicana se toman empréstitos para todo, inclusive para completar el presupuesto de la nación cada año, que contiene abultados gastos corrientes, una hipertrofiada nómina estatal, donde sobresale un servicio diplomático constituido por jóvenes de ambos sexos, que son hijos y nietos, en un gran porcentaje, de reconocidos empresarios dominicanos adscritos al CONEP. El servicio diplomático, de forma innecesaria, se ha incrementado enormemente.

Por encima de tantas distorsiones y privilegios irritantes no se puede estar haciendo ostentaciones imprudentes, porque ese tipo de conducta no suma, resta. Y resta mucho. Fue precisamente el conjunto de excesos que llevó a la gente a salir del PLD.