
Brazil's Dani Alves lifts up his team's trophy after winning the final soccer match of the Copa America against Peru at Maracana stadium in Rio de Janeiro, Brazil, Sunday, July 7, 2019. Brazil won 3-1. (AP Photo/Andre Penner)
Río de Janeiro. EFE. La selección brasileña más práctica, la que aprovecha sus ocasiones mientras resguarda su portería, se adjudicó este domingo la Copa América con una victoria por 3-1 ante un digno conjunto peruano que tras alcanzar su primera final en 44 años, perdió víctima de errores individuales.
Con buenos jugadores, pero sin estrellas, Brasil ha llegado donde donde quería. Vuelve a sentirse campeón y se ve capaz de recuperar la atención de una afición que, salvo en los estadios donde jugó, ha mirado de soslayo a la Canarinha, cansada de decepciones.
Con Tite en el banquillo y sin Neymar en el campo, el ‘jogo bonito’ es un recuerdo de románticos. Casemiro es su jugador emblema -con él en el campo nunca ha perdido Tite- y el sentido colectivo se impone a la ‘ginga’.
Un poco de Coutinho, demasiado intermitente, algún gesto de Gabriel Jesus y las carreras de Everton ‘Cebolinha’, convertido en el héroe de la afición, son todas las alegrías que se permite esta Canarinha.
Perú, al contrario, aún cree en la posesión y, por eso, en el Maracaná, en su primera final en casi medio siglo, salió a buscar al rival y jugó durante el primer cuarto de hora en campo contrario.
Su valentía, sin embargo, tiene también algo de inocencia frente a un equipo que ha hecho de la eficacia su arma.