PUNTA CANA. La Altagracia.- En República Dominicana existe una “profunda brecha” entre la oferta académica de las universidades, los centros de estudios, y la demanda real del sector productivo, advirtió Laura Peña Izquierdo, presidente de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom).
Peña explicó que en dos ocasiones Copardom ha realizado un levantamiento sobre las necesidades de los sectores productivos en términos de formación profesional, frente a la oferta académica disponible, y en ambas ocasiones los resultados mostraron una “distancia muy ancha” que afecta directamente la competitividad del mercado laboral.

“Tenemos que trabajar en reducir esa brecha del conocimiento que limita las oportunidades de empleo de calidad”, sostuvo durante su intervención en la vigésima Reunión Regional Americana (RRA) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se celebra en Punta Cana con el país como anfitrión y en calidad de vicepresidente de la misma.
La dirigente empresarial reconoció los aportes del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), financiado con el 1% de los aportes del sector empresarial, como ejemplo de un modelo exitoso de formación rápida y adaptada a la realidad del mercado.
“Con dinámica como la del Infotep muchas personas no necesitan pasar cuatro o cinco años en la universidad, sino adquirir competencias técnicas en dos años que les permitan insertarse de inmediato en sectores con alta demanda”, dijo.
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No obstante, cuestionó que muchas universidades del país continúen impartiendo carreras tradicionales que han perdido vigencia frente a las necesidades del aparato productivo. Recordó que hace una década participó en un diálogo entre empresarios y academias, donde se constató que las universidades anunciaban nuevas carreras, pero sin vinculación ni consulta con el sector empresarial.
En ese sentido, Peña Izquierdo propuso la creación de una mesa de trabajo permanente entre las casas de altos estudios y el empresariado, con el objetivo de alinear la formación académica con los perfiles que demanda la economía dominicana.
“La transición hacia las nuevas tecnologías debe ser inclusiva, y solo será posible con coordinación y políticas que conecten la academia con el mercado laboral”, enfatizó.
La dirigente empresarial llamó también la atención sobre la baja participación de las mujeres en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
La empresaria indicó, según datos del 2023, que apenas en la América Latina y el Caribe solo un 36% de las mujeres estudia o trabaja en estos campos frente al 64% de los hombres, lo que, a su juicio, revela la urgencia de diseñar políticas públicas y alianzas con el sector privado que fomenten la inclusión y la equidad en la era digital.
Asimismo, insistió en la necesidad de adaptar el marco legal del país a las nuevas realidades laborales, en particular el teletrabajo, modalidad que se expandió con la pandemia y que, según sostuvo, “vino para quedarse”.
”. Expresó que, en sectores de servicios, esta forma de empleo resulta altamente productiva y debe ser reconocida y regulada.