El cinturón de fotones o el anillo de la estupidez: el planeta Tierra está completando un ciclo de 24 mil a 26 mil años para encontrarse con el cinturón de fotones, ubicado en Las Pléyades. Paul Otto Hesse, del siglo XIX, estudió las Pléyades y descubrió que, en perfecto ángulo recto de 90 grados, junto el movimiento de las Pléyades había un cinturón de luz en forma de anillo o «dona», parecido en su formación a los anillos de Saturno, con espesor de 2,000 años solares o 759,864 billones de millas.
El sistema solar forma parte de la séptima órbita del sistema de soles pertenecientes a las Pléyades, que obedecen a un centro gravitatorio común, girando entre sí como nuestros planetas alrededor del Sol. Debido a que la Tierra entrará en el cinturón fotónico, astrólogos, científicos e historiadores opinan que el próximo milenio marcará una nueva etapa para la humanidad. Para los astrólogos es la Era de Acuario, época de vastos cambios en ciencia, tecnología y conciencia, la cual se expandirá. Para los científicos, es una época más.
El Cinturón es grande y toma mucho tiempo recorrerlo. Primero entraremos en Zona Nula, que demora 5 o 6 días, incluyendo 72 horas de oscuridad, 3 días negrecitos; luego, pasaremos a la parte principal del cinturón con luz de día permanente. Este viaje dura alrededor de 2,000 años (lo cual fue sentenciado en el libro de las Dramáticas Profecías de la Gran Pirámide, hace 40 años) y termina cuando el Sistema Solar sale por el otro lado del Cinturón, cruzando la otra Zona Nula por 72 horas.
A nosotros nos tocará vivir los comienzos, pero, para el futuro, el dramatismo y fulgor serán únicos. Este derroche de fantasías corre por Internet. Ni las profecías mayas se cumplirán, ni el mundo se acabará el 21 de diciembre. Información chatarra. Ni más. Ni menos.