Todo sobre el átomo: el primer error fue llamarlo átomo, que significa indivisible, porque no es indivisible nada. Fue un vocablo inventado por Demócrito hace casi 2400 años. Demócrito creyó que había un elemento básico de toda la materia del universo al que llamó de esa forma, pero debieron pasar 1900 años para confirmar su existencia, en el siglo 19.
En 1808, el inglés John Dalton revela una nueva teoría de la constitución de la materia, hablando de átomos invisibles e indivisibles. En 1869 se publica la primera tabla periódica de los elementos. En el siglo 20 se descubre que el átomo efectivamente no era la frontera de la materia, ya que si era divisible, debido a que su núcleo contenía partículas mucho más pequeñas. En 1913 Niels Bohr publica que los electrones giran alrededor del núcleo atómico, creándose así la clásica representación del átomo como si fuera un diminuto sistema solar.
Luego se descubre que el núcleo del átomo es 10 mil veces más pequeño que el átomo mismo, de modo que el ladrillo fundamental de la materia es esencialmente vacío. En otras palabras: el 99% de la materia del átomo se concentra en su núcleo. Una curiosa paradoja.
El átomo es un conglomerado de partículas, llamadas partículas subatómicas. Más tarde se descubrió que el nucleón (o núcleo del átomo) se componía de dos clases de partículas: los protones y los neutrones. Los protones contienen muchísima energía positiva. Los neutrones una cantidad equilibrada de energía positiva y negativa. Alrededor de ellos existe una nube de electrones de cargas negativa. Y vaya que el núcleo del átomo está lleno de energía, cosa terriblemente comprobada con la invención de las armas nucleares: la famosa reacción en cadena.
El núcleo más sencillo de todos los átomos del universo es el del hidrógeno. Contiene únicamente un protón, pero representa el 90% de toda la materia del universo. Le sigue el helio, con sólo 2 protones y 2 neutrones. El Sol y todas las estrellas del universo, son una gran bola de hidrógeno que se está convirtiendo en helio. Cada segundo que pasa el Sol transforma 564 millones de toneladas de hidrógeno en 560 millones de toneladas de helio.