El Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) instruyó a su mayoría congresual flexibilizar los puntos no consensuados sobre la Ley de Partidos Políticos, lo que facilitaría la aprobación de ese estatuto que se define como básico para la celebración de las elecciones de 2016.
Los representantes del PLD en la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que estudia varios proyectos de leyes, sobre ese tema recibieron la encomienda de arribar a acuerdo con las demás organizaciones a los fines de que se pueda entregar un informe favorable en la próxima legislatura.
Se trata de una iniciativa saludable e imprescindible para impulsar la aprobación de un proyecto de ley atascado por años en los anaqueles congresuales, a causa siempre de carencia de voluntad política para el consenso.
El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, había advertido que la carencia de ese estatuto regulatorio obraría contra la sanidad de los cómicos del próximo año, por lo que todos los índices de la opinión pública apuntaban en dirección al PLD, que tendría la llave para abrir compuerta de entendimiento.
Al reunir a 82 de los 98 diputados de su bancada, el Comité Político del PLD ofreció una soberbia demostración de cohesión partidaria y de efectiva línea de bando, lo que debería ser imitado por otras organizaciones partidarias que dicen poseer vocación de poder.
Se resalta también que una sostenida presión política, mediática y social obligó a la dirigencia peledeísta a colocar su mayoría congresual al servicio de una salida consensuada con minorías legislativas, instituciones electorales y mentada sociedad civil.
A lo que se aspira ahora es a que el Congreso vote cuanto antes una Ley de Partidos Políticos que responda a las expectativas ciudadanas sobre real fiscalización de las finanzas de organizaciones partidarias y de garantía de igualdad entre competidores en elecciones presidenciales, congresuales y municipales, así como en los eventos para escoger sus autoridades y candidatos.
Falta ahora que el liderazgo partidario procure los acuerdos necesarios para aprobar el proyecto de Ley Electoral, la otra viga que se requiere para sustentar la garantía de elecciones libres, transparentes y concurridas.