El Colegio Médico revocó su convocatoria a otra huelga para retornar al diálogo con las autoridades, decisión sensata que la sociedad aplaude con la esperanza de que se ejercite plenamente hasta alcanzar acuerdos definitivos que ayuden a elevar la calidad de los servicios hospitalarios y las condiciones laborales de los servidores del sector salud.
La población no merece que a causa de ningún reclamo, por legítimo que sea, se disponga el cierre total o parcial de los centros asistenciales públicos porque, además de conculcar un derecho constitucional inalienable, se causa daño a una colectividad que nada tiene que ver con el conflicto.
No se niega que el sistema de salud de República Dominicana todavía es deficiente y excluyente, pero debería entenderse que cualquier vía de solución debe incluir el tema de la fiscalidad que garantice provisión de los recursos que se requieren para emprender una auténtica revolución en el ámbito hospitalario.
El gremio reclama que se asigne en el Presupuesto General del Estado un 5% del Producto Interno Bruto, pero la sociedad todavía no está convencida de que comprometer el gasto público en una determinada proporción del PIB se convierta en garantía de que el flagelo abordado sería conjurado.
Múltiples leyes obligan a fijar partidas específicas en el Presupuesto a favor de la educación pre universitaria, ayuntamientos, Poder Judicial, Congreso, Universidad Autónoma y otros sectores e instituciones, sin que operen de manera eficiente mecanismos de fiscalización, evaluación o control de esos recursos.
El Colegio Médico y el Ministerio de Salud están compelidos a producir un diálogo de calidad que ayude a esbozar un programa a corto y largo plazo de relanzamiento del sector salud, con previa identificación por parte del Gobierno de los recursos con los cuales se financiarían todos los programas.
Para las elecciones del 15 de mayo resta menos de un mes y medio, lo que tipificaría como una insensatez pretender que añejos reclamos se resuelvan en lo que pestañea un pollo, menos aun un tema de tan considerable envergadura como el de la salud pública.
La ministra de Salud y el presidente del gremio médico tienen el compromiso de encaminar una exitosa jornada dialogante, con el padrinazgo de la voluntad política del Gobierno, a los fines de que se identifiquen vías de solución a todos los reclamos, sin necesidad de cerrar hospitales.