Editorial

Camino extraviado

Camino extraviado

Lo menos que puede calificarse el paro nacional de comercio convocado por dos días es de insensato y temerario porque carece de causa y objetivo y porque sus patrocinadores no alcanzan a aquilatar los graves riesgos que acarrea para la economía y para el sosiego público.
Con esa convocatoria, la Federación Dominicana de Comerciantes ha escogido un camino equivocado para intentar desalentar a las autoridades de instalar impresoras fiscales en los locales comerciales a los fines de evitar elusión en el cobro del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados (Itbis).

No se niega razón a lo señalado por ese gremio de que con la colocación de esos equipos sus negocios incurren en un costo adicional o que su manejo crearía inconvenientes en sus ventas, pero tales alegatos no constituyen razón suficiente como para decretar un paro nacional del comercio por 48 horas.

Ese cierre, programado para el 30 y 31 de este mes, acarrearía grandes pérdidas económicas al sector comercial y sus suplidores, en especial a pequeños y medianos negocios, por lo que puede decirse que la Federación que convoca el paro afila cuchillo para las gargantas de sus afiliados.

Se sabe que las empresas comerciales se constituyen en agente que retiene el Itbis aplicados sobre productos o servicios, por lo que la Administración Tributaria procura reducir sustancialmente riesgo de evasión o elusión de ese impuesto.
Aunque ha prometido que dispondría cierre de negocios, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) debería conciliar con la Federación de Comerciantes formas de aplicación y administración del Itbis sin crear mayores contratiempos a los establecimientos comerciales.

El diálogo debe ser la vía expresa para zanjar diferencia o procurar avenencia, más aun si se toma en cuenta que la DGII no cubre el costo adicional que significa recaudar y administrar el Itbis, por lo que no debería aspirar a que los comerciantes adquieran con propios recursos un aparato para resolverle problemas a la administración tributaria.

Lo que resulta absolutamente inaceptable es que la Federación de Comerciantes escoja la vía de la confrontación a través de la convocatoria de un cierre nacional de negocios, iniciativa irracional, temeraria e insensata que debe revocarse de inmediato.

El Nacional

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