Una mezcla diversa de voces conduce a mejores discusiones, decisiones y resultados para todos.”
Sundar Pichai
“El prejuicio es una carga que confunde el pasado, amenaza el futuro y hace que el presente sea inaccesible”
Maya Angelou
Cándida Montilla de Medina dio un impulso decisivo a la inclusión y su trabajo fue elogiado por los altos dirigentes a nivel mundial.
La primera dama de la República trabajó con un excelente equipo y no descansó en las grandes tareas, entre la que se destacó el Mundial de Tenis de las Olimpiadas Especiales, en noviembre del 2018.
Montilla de Medina logró con su gran labor, convertir a Santo Domingo, en la Capital Mundial de la inclusión, tras el éxito organizativo del evento que se celebró en el pabellón de tenis del Parque del Este.
Todos los que asistimos al campeonato de tenis, salimos maravillados por el gran esfuerzo, dedicación y amor por los demás que se observó en todo el personal que laboró en esa cita histórica que encabezó la primera dama. Una vez más quedó demostrado, que cuando las tareas se hacen con amor, con una encomienda tan justa como la inclusión, lo difícil se torna fácil.
Timothy Shriver Kennedy, presidente de las Olimpiadas Especiales Internacionales, nombró a Cándida Montilla como la primera dama de Olimpiadas en el Mundo, en su discurso de apertura, con la presencia del presidente Danilo Medina Sánchez.
Los resultados, en un ambiente de solidaridad, fraternidad, amor y con el sentido de que nunca debe detenerse la lucha a favor de la inclusión, es la mejor respuesta, para dar como un hecho: que escoger a Doña Cándida Montilla de Medina, fue una decisión sabia.
La lucha a favor de la inclusión en todas sus manifestaciones, ha encontrado en la primera dama de la República Dominicana, a una gran aliada permanente, que ha sabido levantar su voz, para que los pueblos cada día se integren a esa noble causa.
La familia
Hay que resaltar la unidad y la participación de la familia de los atletas participantes y de niños y jóvenes que están en los programas del Despacho de Montilla de Medina, que se integraron día por día, a aplaudir, gozar y motivar a sus hijos, nietos y sobrinos.
Fueron momentos para jamás olvidar, donde se puso de manifiesto, que tenemos mucha gente que ama e impulsa con todo vigor la inclusión.
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.