Nuevo hospital
Señor director:
En 1964 y de la mano del Ingeniero Jean Santoni, visité por primera vez el Central Romana. En una perdurable amistad que nos unió a los tres, conocí al Dr. Frank Gonzalvo, como director del centro médico del emporio azucarero que, por cierto, fue distinguido con el nombre de su ilustre padre, el Dr. Francisco Gonzalvo. El centro me impresionó favorablemente.
Actualmente, dicho enclave pasa a ser un Centro de Atención Primaria para dar un paso gigante al inaugurarse el Centro Médico Central Romana, un hospital cinco estrellas, diríamos, dotado de equipos que podrán pasar cincuenta años sin necesidad de innovación tecnológica.
Se trata de un edificio de tres niveles con dos ascensores y hasta un helipuerto de emergencia. En su interior hay tres quirófanos cada uno con una función específica. Una Unidad de Cuidados Intensivos y otra de Quemados.
La sala de partos es VIP, dotada de las facilidades más modernas, incluso un anexo desde donde los familiares pueden seguir el proceso materno.
Llama la atención que el centro tiene una caja negra, como la de los aviones, que recibe y conserva la información que se desee alimentar.
El Central Romana Corporation invirtió en su construcción y equipamiento 1,200 millones de pesos, arropando un área de 5 mil metros cuadrados. Como afirmó Alfy en la inauguración donde cortó la cinta el presidente Leonel Fernández: No escatimaron recurso alguno.
Es importante saber que el Centro dará servicios no solo a los ejecutivos, empleados y obreros de la empresa, sino a cualquier persona que lo necesite.
A quien conozca este hospital, superior cualitativamente a todos los centros hospitalarios del Caribe y recuerde que el Central Romana ha instalado ya escuelas, principalmente para los hijos de sus empleados pero donde tienen cabida los menores de todos los vecindarios cercanos, escuelas que han sido edificadas no solamente en los centros urbanos sino también en bateyes y campos alejados, puede enfatizar lo que se ha dicho y Alfy confirmó, que el Central Romana se desvive por mejorar las condiciones sociales de la comunidad circundante. Solo con el interés de servir.
Felicitamos a la familia Fanjul, Alfy y Pepe, y a los ejecutivos senior, ingeniero Eduardo Martínez Lima y Don Papo Meléndez, socios también del Central Romana por esta obra, que, una vez más, los enaltece.
Atentamente,
Lic. Francisco Dorta-Duque
Santo Domingo

