Menos basura
Señor director:
Empleados del departamento de limpieza del cabildo del Distrito Nacional se alegraban hace poco, de la disminución en la producción de basura y desperdicios sólidos en el mercado de Villas Agrícolas, el más grande de Santo Domingo.
Los obreros de limpieza explicaban que ya no se requieren diez y doce horas de labores para retirar toneladas de desperdicios como resultado de la compra y venta de productos agrícolas y agropecuarios.
Algunas personas se preguntaban si la situación se debía a que los mercaderes ya no desechaban gran parte de los productos que comercializan, o si eran más organizados a la hora de disponer de los desechos.
Pero no ocurre ni una cosa ni la otra, sino, que el volumen de actividades en ese centro de acopio ha bajado tanto que ya ni siquiera basura en grandes cantidades produce.
Las actividades comerciales han caído tanto que incluso muchos locales, ubicados en la avenida Duarte, permanecen vacíos, otros abandonados y la mayoría con letreros ofertándolos en alquiler y venta.
El comercio se ha reducido porque ya los grandes camiones no llegan al mercado, repletos de productos agropecuarios como ocurría décadas anteriores, debido a que grandes cantidades de productos no tienen salida, como dicen los comerciantes.
Hoy sólo llegan a los mercados los llamados camiones plataneros generalmente Daihastu con una capacidad que no sobrepasa las tres toneladas y media de carga.
Pero la situación no es exclusiva del mercado de Villas Agrícolas, lo mismo ocurre en los mercados de Villa Consuelo, que se ha convertido en un centro de venta de quincallerías y objetos usados como madera, zinc, inodoros viejos etc.
Igual ocurre en el mercado de la avenida Mella que una vez fue un centro modelo y que hoy su mayor volumen de ventas está en artesanías, flores, hojas y cortezas de árboles y en la venta de distintos tipos de carnes
Son muchos los almacenes y casas de expendio de todo tipo de artículos, tiendas y otros establecimientos que han cerrado a causa de la caída de las actividades comerciales.
El hecho de que los mercados produzcan menos basura es señal de que algo huele mal y no precisamente en Dinamarca.
Atentamente,
Ruddy Germán Pérez.

