La educación
Señor director:
Los maestros, estudiantes y los libros son indispensables, si de verdad queremos que la educación se enrumbe, pero parece ser que para el gobierno y las autoridades del Ministerio de Educación esos actores y materiales son irrelevantes. A pesar de ser prioridades en la planificación del año escolar, que por razones obvias debería hacerse en el periodo vacacional. Así se hace en otros países y los resultados no son tan deplorables como aquí.
En el programa matutino El Despertador, el joven congresista Wellington Arnaut narro, que una gran cantidad de alumnos no han recibido los libros de asignaturas básicas y vaya ironía sobran libros de formación Humana y Religiosa y que conste se da una vez a la semana. Ese asunto de los libros es un descuido mayúsculo de las autoridades, si partimos del hecho que el año escolar va casi por mitad. También es preocupante que maestros paralicen la docencia, por culpa de burócratas insensibles y ¨sin tiempo¨ para ponerles el pírrico aumento de un 20 por ciento, que pacto la pasada ministra con el gobierno actual.
La comparecencia del congresista a muchos nos impacto de pésima manera, y no es para menos, porque cuando se dan esas ocurrencias nuestro escepticismo aumenta respecto a que fluya la calidad de la educación, por culpa de autoridades que hacen muchos bultos a través de los medios de comunicación, pero sus prácticas contra los alumnos y sus guías los delatan como ignorantes de que estos son los actores estelares del proceso enseñanza – aprendizaje. Ante ese axioma hay que proveerlos de lo necesario, para que el sistema educativo salga del marasmo en que esta.
¨No hay excusa para detener ninguna obra porque hay dinero Carlos Amarante Baret¨ 29-10- 2013, periódico El Caribe.
Y nos preguntamos si hay dinero ¿porqué la morosidad para pagar a los docentes ese pírrico aumento y para los libros faltantes? Las aulas son importantes, pero muchísimo más los son los alumnos y los maestros, los primero con sus utensilios escolares y los segundo bien motivados funcionan hasta debajo de un frondoso árbol. Si seguimos teniendo en el ministerio más grande e importante del país a una burocracia infernal (luego explico porque la dureza del término) que afecta a los alumnos y a sus guías, entonces olvidémonos de la calidad, misión imposible sin esos actores no son priorizados.
Atentamente,
Licenciada Teresa Gómez.

